Regaño a mi hija y lloro por recuerdos de mi infancia
TU HISTORIA
Nombre: E.
Describe tu familia
Estoy casada, mi esposo es un excelente esposo y padre, tenemos 1 hija de 3 años. En casa de mi mamá somos 4 hermanos, soy la mayor, mi papá y mi mamá. Mi hermano tiene 2 años menos que yo, está casado y tiene 2 hijos, mis 2 hermanos menores están estudiando y mis papás están separados por infidelidad de mi papá. Mi hermano está yendo a una iglesia Cristiana y desde hace tiempo nos hemos separado mucho porque su esposa y yo no tenemos buena relación, a pesar que ellos quieren muchísimo a mi hija y si algo nos llegara a pasar ellos se quedarían con ella.
¿Qué sabes de ti antes de nacer?
No sé cómo escogieron mi nombre, nunca he querido saber, no sé nada del embarazo de mi mamá, pero se casaron muy jóvenes y hubo muchas carencias.
Describe tu infancia
El recuerdo más claro que tengo es cuando tenía 7 años, venía de la escuela sólo con mi hermano y no me había ido bien en las calificaciones, y pensaba, ya quisiera crecer para que no me regañen ni me peguen ( mi mamá). Me acuerdo que mamá nos pegaba mucho, más a mí, pero recuerdo mucho que en su mirada tenía odio, no he podido olvidar como me miraba, creo que dejó de pegarme a los 10.
Describe tu adolescencia
Fue la peor etapa de mi vida, mamá nunca me habló de los cambios que yo iba a tener, escuchaba mis amigas, a los maestros, pero con ella nunca tuve una plática. Hubo una ocasión en que mi mamá me estaba haciendo una falda, yo tenía 13 años, y dijo: » la maestra de costura dijo que estabas muy gorda para tu edad, que esa cintura no correspondía … a ver si comes menos mugrero «, en otra ocasión yo empezaba a depilarme con rastrillo y me regañaba (14 años) y dejé de hacerlo, así que las piernas se me veían horribles, un día no quise salir con ellos porque no tenía ropa que ponerme y me dijo: «con esas piernas de oso nada te queda bien «, yo estudié la primaria, secundaria, técnica secretaria, prepa y carrera.
A los 18 conocí a un muchacho y me enamoré perdidamente de él, pero no me trataba bien, me hablaba cada que quería y cuando salíamos éramos como novios, nos besábamos, íbamos al cine, pero otra vez pasaba 1 mes y no me hablaba; yo sufría mucho por él, así que para olvidarme de él, salí con otro y empezamos a ser novios, después de un mes quise terminar con él, y no me dejó, al principio me lloraba, después se quedaba fuera de mi casa, hasta que lo perdonara, después me seguía todo el día, así pasó el tiempo hasta que eso ya no le funcionó y empezó a amenazarme, después me humillaba, hasta que llegó a maltratarme, eso duró 3 años, hasta que conocí al que ahora es mi esposo (René), era mi amigo y le conté lo que me estaba pasando, algo raro, porque yo no le decía a nadie por vergüenza y miedo. Un día estaba fuera de mi casa con René y llegó el otro tipo y me amenazó con una pistola, fue cuando salió mi papá y mi mamá y me dijeron que le pusiera una demanda, mi mamá hablo con su mamá y hasta ahí me dejó en paz y yo seguí de novia con René.
Describe tu juventud
Cuando conocí a mi esposo fue en la universidad, y duramos 4 años de novios, me casé a los 26 y él a los 30. Tengo pocas amigas pero de toda la vida. Estaba trabajando y me gustaba mucho mi trabajo hasta que me reajustaron, tenía 5 meses de casada cuando eso pasó y creo que hasta hoy no lo he superado, porque además que me pagaban muy bien, tenía a los mejores amigos a mi lado, y el trabajo lo hacía con gusto. Empecé a trabajar a los 17 formalmente, porque siempre tenía trabajos en vacaciones. Siempre que tuve trabajo le daba la mitad de mi sueldo a mi mamá, además de los bonos.
Describe tu adultez
Mis amigas siguen siendo las mismas aunque casi no nos frecuentemos. A los 30 años tuve a mi hija y cuando la tuve en mis brazos pensé que no iba a pasar la misma infancia que yo, así que dejé de trabajar, sólo me enfoque a ella, y lo disfruté muchísimo. Ella tiene 3 años y tengo 3 meses trabajando porque tenemos muchas deudas y planes de un negocio para no descuidarla.
Esta es la mejor etapa de mi vida, hasta hoy siento que estoy empezando a vivir, me siento que puedo respirar, siento confianza, ya no tengo miedos.
¿Cuál es tu situación actual?
Sin embargo desde que la niña nació empezaron a salir nuevos recuerdos de cuando fui niña, cada vez que quiero regañar a mi hija, tengo como un flashback que viene a mi mente y casi siempre termino llorando y no lo puedo superar.
RESPUESTA
Saludos. Gracias por confiar en nosotros y por platicarnos tu historia.
Es muy común que repitamos patrones de nuestros padres de manera inconsciente o que tengamos el impulso de hacerlo. Sé que te sorprenden estos impulsos y quisieras no tenerlos considero que eso es lo que te hace romper en llanto. ¡Que difícil es luchar contra algo que está dentro de ti! Pero sí hay solución, una psicoterapia te ayuda a romper estos patrones y estos impulsos, resolviendo conflictos que seguramente estas arrastrando desde entonces (aun que hasta ahora se dejen ver). El proceso implica el revisar todo aquello que viviste, algunas cosas duelen pero precisamente porque aun duelen después de tanto tiempo significa que las heridas no han sanado y siguen abiertas. Son estos dolores sin cura lo que hay detrás de tus impulsos. Por nuestro bien y el de nuestros hijos debemos de enfrentar y sanar nuestras heridas.
¡Estamos aquí para escucharte!
Lic. Cristina Kennington Westmark
lic_cristina@psicologosmonterrey.com.mx
![Pinocho de Guillermo del Toro: Des-obediencia e Im-perfección Foto de Netflix - © 2022 Netflix, Inc. Imagen recuperada del portal de IMDB. La desobediencia, obediencia, perfección e imperfección giran alrededor de esta historia contada por Guillermo del Toro, una versión del clásico cuento infantil de la marioneta con vida creada por Geppetto, un zapatero que vive en un pueblo italiano en medio de la guerra fascista. Esta marioneta llamada Pinocho cobra vida con las palabras de un guardián mágico, que aparece como El Genio de Aladdin para concederle un deseo a Geppeto; la compañía y el amor de un hijo. Geppeto ha perdido a su nieto, Carlo, en un trágico accidente en medio de un bombardeo. En el fondo quiere que Pinocho sea como Carlo, un niño cariñoso, curioso y obediente, perfecto; así como él era un padre igual de perfecto en el pasado, que cantaba por las noches, jugaba y era querido por su comunidad. Esto cambia cuando Carlo muere, Geppeto deja de trabajar, comienza a beber y alejarse de los otros, ahora pasa a ser otro borracho del pueblo, abatido por el dolor de la pérdida, señalado como un loco perverso (exageradamente) por haber creado a Pinocho. Pinocho es un ser curioso que vorazmente quiere entender el mundo, se tropieza y camina alegre, cantando, jugando y divirtiéndose. De su nariz crecen ramas que se hacen más grandes cada vez que dice una mentira, los demás le ordenan que obedezca aunque apenas está aprendiendo qué es obedecer y qué es una mentira. ¿Por qué desear que Pinocho nazca obedeciendo? Para que así sea perfecto, porque los niños obedecen a los adultos, y éstos a su vez obedecen con mayor naturalidad, a lo que yo agregaría: porque están más inmersos en la cultura, lo que los detiene de hacer cosas que no están bien vistas por los demás. En mi consulta, y seguramente en la de muchos colegas que reciben pacientes infantiles, he escuchado a padres que no logran que sus hijos los obedezcan, hacen más caso a otras personas que los rodean, o solo a uno de ellos. Ante el desplegamiento de estos escenarios pregunto por qué piensan que esto es así, a lo que responden que quizás sea porque no pasan mucho tiempo con ellos por su trabajo, que el otro los consiente en todo y respetan más al que cumple todos sus deseos; todas estas respuestas responden fácilmente a esta pregunta, aunque hay algo más, aquello que corresponde al deseo de ser padres y la autoridad que éstos se dan a sí mismos para ejercer las funciones de la paternidad. Algunos con timidez confiesan que temen frustrarlos para evitar ser juzgados por otros padres, que les cuesta poner límites porque quieren ver a sus hijos cien por cierto felices. Sin embargo no hay que perder de vista que como cuidadores su responsabilidad es tomar decisiones por ellos, recordando que no se van a traumatizar porque no consiguen lo que quieren, ellos necesitan aprender a tolerar la frustración porque afuera no habrá alguien que los complazca completamente. Joseph Knobel Freud en su Libro: Los retos de ser padres, nos recuerda que los límites evitan que los niños terminen perdidos en el país del nunca jamás, como Peter Pan, sin nadie que los mire y sostenga. Por otro lado, un peculiar escritor intelectual busca escribir en papel sus memorias de vida, y termina narrando la vida de Pinocho. Somos testigos de sus tropiezos, sus intentos fallidos de que otros lo escuchen, de ser como un guía espiritual para los demás, con la intención de que tomen buenas decisiones; está ahí para recalcar la desobediencia, pero no solo eso. Este famoso personaje del que hablo es, como seguro ya adivinaron, el sabio Sebastian Cricket, o conocido por muchos como Pepe Grillo. En un video para Netflix destaca un aspecto muy valioso de la madera con la que es diseñada Pinocho. Es una madera que no es perfecta, y la vida tampoco lo es; uno puede meter un poco la pata, o varias patas, pero damos lo mejor de nosotros mismos y eso es lo mejor que podemos hacer. Esta marioneta con vidas de gato, Pinocho, se pregunta cosas muy interesantes, entre ellas: ¿por qué la guerra? La guerra es dolor, separación, rutina, muerte. Las escenas de los niños ejercitándose para la guerra, o más bien esclavisándose, en la época fascista, rodeados de bombas que acabaran con sus vidas; fueron impresionantes para mí, y me hacen pensar en las palabras dichas por Guillermo del Toro en una entrevista: “La animación puede contar cualquier historia, lo raro, lo siniestro, lo terrible”. En momentos la furia y el enojo se muestran como algo casi malévolo, Geppeto en una escena corta la madera enfurecido y Volpe, el vicioso malvado que maltrata a Pinocho y Spazzatura, quiere quemarlo vivo. Recordando que esta historia sucede en la época fascista, se nos muestra una competencia entre dos equipos rivales con Pinocho y Candlewick (hijo del Podestà, que cuida el bienestar moral del pueblo) como líderes, quienes se esfuerzan por ser amados por sus padres. El “juego” termina con un abrazo tierno entre dos amigos que declaran un empate, no quieren hacerse daño, a la que podríamos darle la lectura de la renuncia de Candlewick a los deseos de su padre (quien piensa que es un cobarde) desde la desobediencia, negándose a matar a Pinocho, diciendo: ”Toda mi vida traté de complacerte, pero nunca lo haré. Tenías razón, soy delgado, débil, frágil como la mecha de una vela [wick of a candle, como su nombre], siempre con miedo. Pero con todo el miedo que tengo, ahora voy a decirte que no. No me da miedo decirte que no”. El mensaje está ahí: No hay uno mejor que el otro, para los dos hay lugar, ambos pueden ganar. Los sentimientos entre los hombres ejercen un efecto contrario a la guerra; la amistad y la unión son el enemigo de la destrucción total, en palabras del padre del Psicoanálisis (Sigmund Freud). Al final de la película Pinocho salva a Geppetto, el grillo y Spazzatura de morir ahogados, perdiendo un brazo y su propia vida, aunque el noble grillo (como lo llama la guardiana) pide como deseo que vuelva. Geppetto confiesa mientras sostiene en brazos a Pinocho que trataba de convertirlo en alguien que no es, le pide que no sea Carlo, que sea justo como es él, que así lo ama; a lo que él responde: “Entonces seré Pinocho”. No tenemos que cambiar para ser amados, algunos nos amarán y aceptarán tal como somos, imperfectos. La gran salvación que tenemos es abrazar nuestras imperfecciones, esa es la tierna lectura que le da Guillermo del Toro. La rigidez y la perfección llevan a un solo destino: la destrucción, el fascismo. Las salvaciones van más allá del sacrificio amoroso. Pinocho salva al Grillo (de sus vanidades), a Geppeto (de su duelo) y Spazzatura (de su amo), pero no haciéndolo él, si no permitiendo con su ejemplo que ellos mismos se liberen. Esto es un verdadero héroe en una historia, en palabras de Héctor Mendoza Cuevas, cinéfilo mexicano. Por último, responderé a la tan repetitiva pregunta de si esta es o no es una película para niños con palabras del propio Guillermo: "No es una película para niños, pero los niños la pueden ver siempre y cuando tengan padres que hablen con ellos". Referencias bibliográficas: Freud, Sigmund, Obras Completas, Ed. Amorrortu, Argentina, 1991, 24 T. ¿Por qué la Guerra?, (1933 [1932]), T. XXII. Psipre. (14 de diciembre de 2022). Pinocho: Padres e hijos imperfectos. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=3EOUTh6KKX8&t=2874s Sopitas. (8 de diciembre de 2022). Entrevista con Guillermo del Toro l Su versión sobre Pinocchio, una de las mejores películas del año. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=tK34eayf04w Fuera de foco. (8 de diciembre de 2022). GUILLERMO DEL TORO: ¿Qué se puede hacer por la ANIMACIÓN en MÉXICO I ENTREVISTA /. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=I_2Ff57Ikc4 Knobel Freud, J. (2019). El reto de ser padres. Paidós.](https://psicologosmonterrey.com.mx/wp-content/uploads/2024/10/IMG-20241009-WA0011.jpg)






