Lee esto con detenimiento: ¿alguna vez has sentido que pierdes mucho? No solo me refiero al simple hecho de perder un celular, la cartera etc., sino también al tiempo, el ánimo, el sentido del humor, el amor o la vida misma. ¿Has sentido eso? ¿Ese sentimiento de frustración acompañado de desesperanza por el hecho de perder y perder?
A lo largo de su obra, S. Freud nos habló de varias dialécticas importantes en el ser humano: amor-odio, activo-pasivo, pulsión de vida-pulsión de muerte entre otras. En uno de sus trabajos, Freud habló sobre “los que fracasan al triunfar”. A grandes rasgos, Freud tenía la hipótesis que, en algunos sujetos, hay sentimientos de culpa inconscientes que hacen que se saboteen y no lleguen a triunfar en lo que ellos más desean. ¿Te suena familiar?, ¿cómo se enlaza esto con el sentimiento de pérdida constante? Vámonos poco a poco, no desesperes estimado(a) lector(a).
La vida nos presenta una dialéctica más: ganar-perder. Cuando uno gana, pierde otra cosa y viceversa. De manera burda podemos poner el ejemplo de quien pierde la tristeza, gana la alegría. Pero no nos adelantemos a pensar las cosas tan lineales ni simples. No trato de encontrar “antónimos”, porque estos asuntos son más complejos. Ahora subrayemos lo que dijimos al principio con esta pregunta: ¿por qué entonces sólo sentimos la pérdida?, ¿qué no hay ganancia en esa pérdida? Podemos responder de manera general, que esa ganancia es inconsciente, es decir, nuestra parte consciente lo vive como una pérdida, pero inconscientemente como una ganancia a la vez.
¿Pero cómo podremos dar cuenta de nuestro inconsciente si no es accesible? Voy a tratar de explicarlo con un ejemplo propio. Para hacerlo accesible hay varias maneras. Freud decía que el sueño “es la vía regia al inconsciente” y ese camino recorreré; tomaré un sueño propio y su interpretación. No escribiré la interpretación ni el sueño completo, sólo lo que me ayude a el tema tratado.
Mi sueño fue así: soñé que entraba a un edificio y en la entrada me encontraba con una maestra de la universidad a la que había solicitado hace unos días su servicio de supervisión de casos (como sabrán, quienes nos dedicamos a la consulta psicológica, necesitamos una profesional con mayor experiencia que supervise nuestros casos), sentí pena sin saber por qué y subí sin saludarla. Cuando entramos, me di cuenta que era una especie de casino por las múltiples mesas que había en ese cuarto llenas de personas sentadas y apostando. En el fondo, estaba el supervisor de casos que yo estaba buscando aparentemente en mi sueño (al cuál llamaré Fernando), en una mesa con muchas personas. Me acerqué a su mesa y le contaba mis casos cuando me di cuenta que mi actual supervisor (a quien llamaré Pedro) estaba en la misma mesa, pero a mis espaldas. En ese momento sentí que lo estaba traicionando por supervisar con alguien más a pesar que mis intenciones nunca fue abandonarlo, sino tener dos supervisores a la vez. Hasta ahí mi sueño.
La interpretación que le di a mi sueño muestra mis ganancias ante las pérdidas. Con la primera supervisora que me encontré en la puerta, “ahorré” la molestia de explicarle del por qué no esperé a que ella tuviera una cita para supervisar mis casos y también decirle por qué fui buscar a alguien más. El casino representa muy bien la idea de apostar por algo, claro está, con el riesgo de perder. Digamos que estaba apostando por Fernando, a quien aparte había escuchado malas referencias, pero seguro sus servicios eran más baratos. El que estuviera Pedro a mis espaldas, lo relacioné con la idea que él “me respalda” a pesar de todo, pero también lo anudé con la idea de que podía molestarse conmigo, pero al estar atrás, no vería su cara de disgusto. A fin de cuentas, esta “sala de apuestas” habla de mi miedo a apostar por profesionales más “caros”, pero más preparados, y también, al miedo a lastimar a los demás con mis decisiones, ganando así el que no se molestaran conmigo y también un poco de dinero. El sabotearme por mis propios miedos aseguraba que mis deseos se cumplieran “a medias”. Claramente hay un sentimiento de culpa que trato de esquivar y que se muestra al no querer apostar por las personas correctas por miedo a equivocarme. Hasta aquí la interpretación del sueño.
Si has llegado hasta este momento de la lectura, posiblemente algo de esto te resultó familiar. Sólo para concluir, seamos conscientes que el reflexionar y enfrentarnos con nosotros mismos, con nuestros miedos e incluso con lo que perdemos, nos dará ganancias más productivas y menos dolorosas.
Lic. Diego García Ovalle
diegogarciaovalle@psicologosmonterrey.com.mx
FB: Psicólogo Diego García
![Pinocho de Guillermo del Toro: Des-obediencia e Im-perfección Foto de Netflix - © 2022 Netflix, Inc. Imagen recuperada del portal de IMDB. La desobediencia, obediencia, perfección e imperfección giran alrededor de esta historia contada por Guillermo del Toro, una versión del clásico cuento infantil de la marioneta con vida creada por Geppetto, un zapatero que vive en un pueblo italiano en medio de la guerra fascista. Esta marioneta llamada Pinocho cobra vida con las palabras de un guardián mágico, que aparece como El Genio de Aladdin para concederle un deseo a Geppeto; la compañía y el amor de un hijo. Geppeto ha perdido a su nieto, Carlo, en un trágico accidente en medio de un bombardeo. En el fondo quiere que Pinocho sea como Carlo, un niño cariñoso, curioso y obediente, perfecto; así como él era un padre igual de perfecto en el pasado, que cantaba por las noches, jugaba y era querido por su comunidad. Esto cambia cuando Carlo muere, Geppeto deja de trabajar, comienza a beber y alejarse de los otros, ahora pasa a ser otro borracho del pueblo, abatido por el dolor de la pérdida, señalado como un loco perverso (exageradamente) por haber creado a Pinocho. Pinocho es un ser curioso que vorazmente quiere entender el mundo, se tropieza y camina alegre, cantando, jugando y divirtiéndose. De su nariz crecen ramas que se hacen más grandes cada vez que dice una mentira, los demás le ordenan que obedezca aunque apenas está aprendiendo qué es obedecer y qué es una mentira. ¿Por qué desear que Pinocho nazca obedeciendo? Para que así sea perfecto, porque los niños obedecen a los adultos, y éstos a su vez obedecen con mayor naturalidad, a lo que yo agregaría: porque están más inmersos en la cultura, lo que los detiene de hacer cosas que no están bien vistas por los demás. En mi consulta, y seguramente en la de muchos colegas que reciben pacientes infantiles, he escuchado a padres que no logran que sus hijos los obedezcan, hacen más caso a otras personas que los rodean, o solo a uno de ellos. Ante el desplegamiento de estos escenarios pregunto por qué piensan que esto es así, a lo que responden que quizás sea porque no pasan mucho tiempo con ellos por su trabajo, que el otro los consiente en todo y respetan más al que cumple todos sus deseos; todas estas respuestas responden fácilmente a esta pregunta, aunque hay algo más, aquello que corresponde al deseo de ser padres y la autoridad que éstos se dan a sí mismos para ejercer las funciones de la paternidad. Algunos con timidez confiesan que temen frustrarlos para evitar ser juzgados por otros padres, que les cuesta poner límites porque quieren ver a sus hijos cien por cierto felices. Sin embargo no hay que perder de vista que como cuidadores su responsabilidad es tomar decisiones por ellos, recordando que no se van a traumatizar porque no consiguen lo que quieren, ellos necesitan aprender a tolerar la frustración porque afuera no habrá alguien que los complazca completamente. Joseph Knobel Freud en su Libro: Los retos de ser padres, nos recuerda que los límites evitan que los niños terminen perdidos en el país del nunca jamás, como Peter Pan, sin nadie que los mire y sostenga. Por otro lado, un peculiar escritor intelectual busca escribir en papel sus memorias de vida, y termina narrando la vida de Pinocho. Somos testigos de sus tropiezos, sus intentos fallidos de que otros lo escuchen, de ser como un guía espiritual para los demás, con la intención de que tomen buenas decisiones; está ahí para recalcar la desobediencia, pero no solo eso. Este famoso personaje del que hablo es, como seguro ya adivinaron, el sabio Sebastian Cricket, o conocido por muchos como Pepe Grillo. En un video para Netflix destaca un aspecto muy valioso de la madera con la que es diseñada Pinocho. Es una madera que no es perfecta, y la vida tampoco lo es; uno puede meter un poco la pata, o varias patas, pero damos lo mejor de nosotros mismos y eso es lo mejor que podemos hacer. Esta marioneta con vidas de gato, Pinocho, se pregunta cosas muy interesantes, entre ellas: ¿por qué la guerra? La guerra es dolor, separación, rutina, muerte. Las escenas de los niños ejercitándose para la guerra, o más bien esclavisándose, en la época fascista, rodeados de bombas que acabaran con sus vidas; fueron impresionantes para mí, y me hacen pensar en las palabras dichas por Guillermo del Toro en una entrevista: “La animación puede contar cualquier historia, lo raro, lo siniestro, lo terrible”. En momentos la furia y el enojo se muestran como algo casi malévolo, Geppeto en una escena corta la madera enfurecido y Volpe, el vicioso malvado que maltrata a Pinocho y Spazzatura, quiere quemarlo vivo. Recordando que esta historia sucede en la época fascista, se nos muestra una competencia entre dos equipos rivales con Pinocho y Candlewick (hijo del Podestà, que cuida el bienestar moral del pueblo) como líderes, quienes se esfuerzan por ser amados por sus padres. El “juego” termina con un abrazo tierno entre dos amigos que declaran un empate, no quieren hacerse daño, a la que podríamos darle la lectura de la renuncia de Candlewick a los deseos de su padre (quien piensa que es un cobarde) desde la desobediencia, negándose a matar a Pinocho, diciendo: ”Toda mi vida traté de complacerte, pero nunca lo haré. Tenías razón, soy delgado, débil, frágil como la mecha de una vela [wick of a candle, como su nombre], siempre con miedo. Pero con todo el miedo que tengo, ahora voy a decirte que no. No me da miedo decirte que no”. El mensaje está ahí: No hay uno mejor que el otro, para los dos hay lugar, ambos pueden ganar. Los sentimientos entre los hombres ejercen un efecto contrario a la guerra; la amistad y la unión son el enemigo de la destrucción total, en palabras del padre del Psicoanálisis (Sigmund Freud). Al final de la película Pinocho salva a Geppetto, el grillo y Spazzatura de morir ahogados, perdiendo un brazo y su propia vida, aunque el noble grillo (como lo llama la guardiana) pide como deseo que vuelva. Geppetto confiesa mientras sostiene en brazos a Pinocho que trataba de convertirlo en alguien que no es, le pide que no sea Carlo, que sea justo como es él, que así lo ama; a lo que él responde: “Entonces seré Pinocho”. No tenemos que cambiar para ser amados, algunos nos amarán y aceptarán tal como somos, imperfectos. La gran salvación que tenemos es abrazar nuestras imperfecciones, esa es la tierna lectura que le da Guillermo del Toro. La rigidez y la perfección llevan a un solo destino: la destrucción, el fascismo. Las salvaciones van más allá del sacrificio amoroso. Pinocho salva al Grillo (de sus vanidades), a Geppeto (de su duelo) y Spazzatura (de su amo), pero no haciéndolo él, si no permitiendo con su ejemplo que ellos mismos se liberen. Esto es un verdadero héroe en una historia, en palabras de Héctor Mendoza Cuevas, cinéfilo mexicano. Por último, responderé a la tan repetitiva pregunta de si esta es o no es una película para niños con palabras del propio Guillermo: "No es una película para niños, pero los niños la pueden ver siempre y cuando tengan padres que hablen con ellos". Referencias bibliográficas: Freud, Sigmund, Obras Completas, Ed. Amorrortu, Argentina, 1991, 24 T. ¿Por qué la Guerra?, (1933 [1932]), T. XXII. Psipre. (14 de diciembre de 2022). Pinocho: Padres e hijos imperfectos. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=3EOUTh6KKX8&t=2874s Sopitas. (8 de diciembre de 2022). Entrevista con Guillermo del Toro l Su versión sobre Pinocchio, una de las mejores películas del año. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=tK34eayf04w Fuera de foco. (8 de diciembre de 2022). GUILLERMO DEL TORO: ¿Qué se puede hacer por la ANIMACIÓN en MÉXICO I ENTREVISTA /. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=I_2Ff57Ikc4 Knobel Freud, J. (2019). El reto de ser padres. Paidós.](https://psicologosmonterrey.com.mx/wp-content/uploads/2024/10/IMG-20241009-WA0011.jpg)






