Los traumas infantiles

Los traumas infantiles son el tema cliché del psicoanálisis, y muchas veces eso hace que la gente pierda interés en acercarse a un proceso terapéutico por creer que “lo pasado pisado”.

Con los años de terapeuta (y de paciente) he notado algunos beneficios del diván que no se han hecho tan famosos:

  1. Posibilita poner en perspectiva temas que transcurren en lo cotidiano.
  2. Permite hablar con una persona neutral y, más allá del conocimiento teórico, con experiencia en escuchar a la gente.
  3. Permite la descarga de algo pesado, que una vez dicho en voz alta, se escucha más insignificante de lo que parecía.
  4. Le da un respiro a tus amigos, familia y pareja que ya te han escuchado y que, por más que lo deseen, no necesariamente sabrán cómo ayudarte.
  5. La toma de decisiones es menos impulsiva, más pensada.
  6. Permite “encuadrar” en un tiempo y lugar lo que a veces imposibilita llevar tu día a día con normalidad.
  7. Sabes que alguien va a escucharte desde otro punto vista y no sólo dirá lo que quieres escuchar.
  8. Te otorga el simple (y complejo) control de tu vida.
  9. Puedes expresar lo que en otros lugares es inaceptable, sin temor a las críticas.
  10. Y sí… también proporciona el ambiente para entristecerte o enojarte por los llamados traumas infantiles.

 

Lic. Florencia Bevilacqua

lic_florencia@psicologosmonterrey.com.mx

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