ruptura amorosa

Ya no me amas. Carta de Desamor.

Una Carta de Desamor.

Ya no me amas, estás confundid@, no sabes qué quieres de tu vida. Sientes muchas 

cosas, veo que no la estas pasando del todo bien, me imagino que no ha de ser fácil cuestionarse todo aquello que en algún momento definió tu vida, tus deseos, tus planes… incluyendo el porqué has estado conmigo todo este tiempo. No ha de ser fácil sentirte mal dentro del lugar que considerabas tu hogar, no debe ser fácil no querer llegar a casa ni encontrar un descanso en los brazos de quien se supone que es tu pareja. No debe de ser fácil no sentir intensamente el amor por tus hijos, que se supone que viene de manera natural. 

Aunque no estoy de acuerdo con muchas cosas que dices y haces, ni en cómo estás entendiendo la situación y tu actuar… te escucho. Me imagino que sientes que la vida, nuestra relación, la vida familiar, la forma en la cual se gana y se gasta el dinero, es injusta y que tú eres la persona más perjudicada. Sentir esta injusticia, aunque no estoy de acuerdo con que sea así, me imagino que debe darte mucho coraje. Lamento mucho que estés pasando por todo eso, no debe ser fácil. 

Te creo que la vida te sorprendió, y que en un lugar donde no imaginabas se prendió una chispa de deseo y de algo, como amor, que no habías sentido hace mucho tiempo en mis brazos; me imagino que te arrasó, te hizo sentir también desead@, especial y llen@ de vida. Entiendo que te habrás extrañado, ya que conmigo no te has sentido así en siglos. Naturalmente me comparas con esa persona, naturalmente parecerá que salgo perdiendo y que ella es mejor desde tantos ángulos, solamente así se podría explicar lo bien que te hace sentir estar allá y lo mal que te sientes cuando estás aquí. 

Obviamente me duele ver y escuchar que ves en mí la fuente de tu malestar, pero te quiero decir algo por tu bien y también por el mío. Tenemos que responsabilizarnos nosotros mismos por nuestro bienestar y también por nuestro malestar. Me refiero a que si no estás bien, toma tu vida en tus manos, haz lo que tengas que hacer para estar bien. Así yo también, aunque me duele mucho todo lo que está pasando, pero no te responsabilizo de aliviar mi dolor. Te reitero, haz lo que tengas que hacer para encontrar tu plenitud, tu felicidad y tu paz, yo estaré bien y tus hijos también. Me comprometo a estar bien por mi y por ellos; y los cuidaré durante todo este proceso. Espero que encuentres tu bienestar, por ti y también por ellos. Sinceramente espero que encuentres tu felicidad, no importa dónde ni con quien. 

Me has lastimado, has hecho y dicho cosas que duelen mucho, no me imagino lo mal que te sientes para que salgan de ti esas ideas y esos actos tan destructivos; pero necesito cuidarme, por lo cual, si no me siento segur@ alrededor de ti voy a tomar la distancia necesaria. Necesito quererme y tratarme con el valor que tengo, por mi y también por nuestros hijos, quiero ser un buen ejemplo para que ellos aprendan a protegerse, amarse y no dudar de su valor independientemente de lo que les toque vivir en la vida. 

Sé que vienen momentos complicados y ambos debemos de tomar decisiones que tendrán consecuencias para los dos y también para nuestros hijos. Intentaré tomar las decisiones que los protejan, y a mi, quiero confiar que harás lo mismo. Para mi es importante que sepas que ninguna de mis decisiones son con el objetivo de perjudicarte en ningún sentido, aunque entiendo que algunas cosas pudieran incomodarte, lamento que tenga que ser así. 

Te quisiera pedir que no me destruyas en tu mente, no lo digo tanto por mi, porque yo estaré bien, lo digo porque aunque tal vez en este momento te arrepientas por el tiempo que hemos compartido siempre seré parte de tu historia, tus hijos son los míos y soy parte de ellos. 

No sé si te está pasando como a mi, pero una de las cosas que más me duele es pensar en los momentos que recuerdo que estábamos llenos de ilusión, enamorados y llenos de sueños, qué ya no sé si mi vivir fue diferente al tuyo, si sentiste igual que yo, toda esta experiencia me hace dudar de tanto, hasta de mi memoria. Quiero que sepas que por lo menos en lo que a mi respecta, te agradezco por los lindos momentos, eres y serás una parte importante de mi vida y mi perdón no lo tienes que pedir, es tuyo aunque no vuelva a querer vivir en pareja contigo otra vez. Entiendo que nuestro momento ya pasó y que no eres ni soy con quién sientes vibrar, cantar, bailar, y esta bien, pero no porque nuestro amor se terminó significa que no fuera real antes. 

Aunque sé que siempre serás parte de mi vida de una forma u otra, esto que te escribo es para decirle adiós a nuestro matrimonio, agradecerte lo que me diste, lo que me acompañaste y por tu existencia que me regaló mis hijos. De corazón herido te deseo que te encuentres y puedas crear la vida que deseas. 

Sin rencor quiero que sepas que aunque me duele mucho he decidido ya no amarte. Espero que al leerlo te facilite tu partida. 

 

Sinceramente,

El amor que fue.

Está carta la escribí gracias a mi proceso psicoterapeutico. La comparto para ponerla a servicio de otra persona que se encuentre como yo en un proceso de desamor.

Este es un escrito que nos han enviado para ser compartido de manera anónima.

Agradecemos la generosidad de compartir la experiencia interna y la posibilidad de que otros puedan encontrarse en esas palabras.

 

 

 

 

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