Este es un escrito que nos han enviado para ser compartido de manera anónima. Agradecemos la generosidad de compartir la experiencia interna y la posibilidad de que otros puedan encontrarse en esas palabras.
Tengo más de 5 años en mi último (cuarto) proceso terapéutico. Últimamente he pensado mucho en este proceso, en cómo inicié, en cómo voy. No pude evitar recordar el montón de inquietudes que he tenido durante todo este tiempo. Las quiero compartir porque, a diferencia de muchas vivencias, es difícil compartir con alguien más la propia experiencia del análisis. Comparto algunas preguntas que me han ocupado la cabeza en distintos momentos de todo este tiempo para que quien las lea, no se sienta “solo(a)”, para que quien las ha tenido se anime a hacérselas a su terapeuta, y para que algunos terapeutas se asomen a esa parte que tal vez muchos pacientes, no nos atrevemos a analizar: nuestra relación con ustedes.
Un abrazo con cariño para todas las personas, terapeutas y pacientes, que se encuentran ahora mismo en el compromiso y la aventura de un psicoanálisis.
– ¿Cómo sabré si eres buena en lo que haces y que esto me servirá?
– ¿Cómo me aseguro que no me harás daño?
– ¿Cómo te sentirás al escucharme?
– ¿Cuál será mi diagnóstico? ¿me lo dirás de verdad?
– ¿Por qué no vine antes?
– ¿Qué pasaría si un día no puedo pagarte? ¿se tendría que truncar la terapia? ¿así sin mas?
– ¿Qué pensarás de mí, de verdad? ¿Te caeré mal?
– ¿Me crees?
– ¿Por qué a veces no sé que decir? En serio… no viene nada a mi cabeza, ya voy a empezar a hablar por hablar… está bien, ahí vamos, aunque sea irrelevante…
– ¿Crees que estoy loca?
– ¿No te desespera volverme a ver caer en lo mismo?
– ¿Te sientes orgullosa de mi?
– ¿Por qué no puedes atender también a mi familia?
– ¿Estoy loca?
– ¿Es cierto que los psicólogos están locos?
– ¿Por qué pasas tanto tiempo callada?
– ¿Me entenderás de verdad? ¿podrás entender lo mucho que me duele?
– ¿Por qué a veces sencillamente no quiero ir a terapia? No es nada en particular, pero de verdad siento que voy a fuerza.
– ¿Por qué me siento tan enojada con mucha gente después de algunas de nuestras sesiones?
– ¿Cuándo va a terminar mi terapia?
– ¿Es normal estar en psicoanálisis por más de 5 años?
– ¿Por qué a veces me siento tan enojada contigo “sin razón”?
– ¿Por qué a veces, me vienen a la mente frases o preguntas que tú me haces durante mis sesiones?
– ¿Por qué siento que no quiero que acabe la terapia, jamás?
– ¿Por qué me siento incómoda sin saber qué decir en algunas de nuestras sesiones?
– ¿Por qué siento que “no avanzo” en mis sesiones?
– ¿Por qué no van todos los demás a terapia?
– ¿Por qué hay personas que no quiero volver a ver?
– ¿Por qué siento a veces, que voy a necesitar terapia toda la vida? . . .
… creo que ya tengo la respuesta a la primer pregunta, sé que es buena terapeuta porque casi todas las respuestas las hemos encontrado juntas en el consultorio.