La OMS define que «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Así, podemos observar que la salud incluye el bienestar mental, sin embargo, pocas veces le damos la importancia debida.
Pensando en una afección física, si tenemos alguna fractura o infección generalmente acudimos al médico rápidamente y no esperamos a que se pase, pero si algo nos está causando dolor emocional es común que NO se acuda con un especialista, incluso si está afectando nuestro desempeño diario.
¿Cuántas veces nos ha pasado que tenemos alguna preocupación y no podemos concentrarnos al momento de trabajar? ¿A quién le ha pasado que tuvo alguna discusión con su pareja y se encuentra más irritable con los hijos, aunque ellos no tuvieron nada que ver? ¿Cuántas veces estamos tan tristes por alguna separación o pérdida que no podemos pensar en otra cosa? ¿Cuántas veces nos enfermamos, en momentos específicos en los que tenemos alguna preocupación o estrés?
Probablemente todos hemos pasado por alguna de estas situaciones, no obstante, no estamos acostumbrados a tomar medidas para aliviar ese malestar y generalmente dejamos “pasar” crisis, duelos, estrés, sufrimiento, entre muchos otros.
Conocemos lo que debemos hacer para mantenernos saludables físicamente; comer bien, hacer ejercicio, dormir adecuadamente pero cuando hablamos de bienestar mental, quizá no sabemos cómo lograrlo.
Buscar orientación y/o ayuda en momentos en dónde lleguemos a sentir sufrimiento por alguna situación, puede ayudarnos a fortalecer aspectos de nosotros mismos y a contar con más herramientas para enfrentarla. Buscando así, el bienestar mental y estado de salud integral que define la Organización Mundial de la Salud.
Lic. Mayusa Maldonado / lic_mayusa@psicologosmonterrey.com.mx