¿Por qué es tan difícil aceptar cuando no estamos bien?

El no estar bien y aceptarlo: Nos duele en la identidad, en esa identidad que también esta compuesta de lo que los demás piensan y hablan de mí. El problema es que no se resuelve callando. ¿Cuántas veces necesitaremos escuchar que para mejorar, primero tenemos que aceptar y que nos caiga el veinte? Somos un tanto absurdos, pues es muy común ver al ser humano preferir sufrir poco pero mucho tiempo, que un dolor concentrado. Lo vemos en las inyecciones, un mal matrimonio, como lidiamos con un berrinche,  un trabajo estable, una operación necesaria, recoger nuestro cuarto.
El no aceptar que requerimos ayuda es igual. Sí, puede doler aceptar. Sí, puede incomodar asumir nuestra responsabilidad. Sí, puede avergonzarnos el mostrar nuestras fallas y debilidades.
PERO nos permite la posibilidad de mejorar, nos alivia el esfuerzo de fingir, nos facilita descubrirnos a nosotros mismos, nos permite amarnos y también darnos cuenta que podemos ser amados a pesar, junto con o incluso gracias a nuestras imperfecciones.

Lic. Cristina Kennington Westmark
Directora General y Psicoterapeuta de Psipre S.C.
Lic_cristina@psicologosmonterrey.com.mx

Cristina Kennington

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