Artículo de la Lic. Mayusa Maldonado donde habla de como los hijos nos reflejan como espejo.

Los niños como espejo de sus padres

Quizá, muchas veces al observar a nuestros hijos, hemos descubierto que hacen algo exactamente igual a lo que hacíamos nosotros cuando éramos niños, y constantemente evocamos algunas de nuestras propias vivencias. Pero, ¿nos hemos puesto a pensar qué cosas nos recuerdan? ¿Pueden estas vivencias influir de alguna manera en nuestros hijos?

Nuestra propia historia va a influir en la forma en que eduquemos y nos relacionemos con nuestros hijos. Todos tenemos una idea de cómo los queremos educar, lo cual está basado, en parte, en nuestra propia educación, ya que tomamos como referencia aquello que gustó y no gustó de la forma en que nuestros padres, o algún modelo, nos educaron.

 

Además de la educación que recibimos, también va a influir otro factor crucial: nuestras propias vivencias; por ejemplo, acaba, de pasar la navidad y seguramente algunos de los padres quisieron darle a su hijo todo, porque a ellos en su infancia les hubiera gustado tenerlo todo y no fue así.

Lo anterior nos demuestra que algunas veces reaccionamos con nuestros hijos, de acuerdo a lo que hemos vivido nosotros.

Nuestras vivencias, nuestra propia historia, pueden influir negativamente en nuestros hijosHe H:

  • Cuando queremos que nuestros hijos hagan lo que nosotros como padres deseamos hacer y no lo hicimos, convirtiéndolos en una extensión de nosotros. Por ejemplo: como yo quise ser bailarina y no lo fui, mi hija será bailarina.
  • Cuando reaccionamos de acuerdo a lo que nosotros nos acordamos sobre nosotros mismos. Por ejemplo, cuando era adolescente yo me iba con mis amigos de la escuela, nos salíamos sin permiso y como seguramente mi hijo va a hacer lo mismo, por eso no lo dejo que se junte con sus amigos.
  • Cuando los sobreprotegemos debido a alguna experiencia traumática nuestra, por ejemplo, la muerte de alguien cercano, una situación de abuso, etc. Lo anterior puede llevar a los padres a cuidar a su hijo en exceso e impidir que experimente, conozca y se relaciones con su entorno.
  • Cuando tenemos sentimientos de culpabilidad, al no darle a nuestros hijos todo lo que nosotros queríamos tener.

Como padres, es necesario hacer consciente qué tanto nos reflejamos en nuestros hijos y si, de alguna manera, esto influye en nuestra forma de convivir con ellos.

El identificarnos con nuestros hijos, nos puede permitir ser más empáticos con ellos pero, primero, debemos hacernos conscientes de estas cuestiones y reflexionar si pueden estar obstaculizando nuestra relación con ellos, o si está sirviendo para acercarme.

Al reflexionar sobre ello, podemos trabajar sobre eso que nos despiertan nuestros hijos, a nosotros como individuos, así como modificar aquello que nos impide ayudarlos y verlos como personas diferentes a nosotros mismos, con su propia personalidad y deseos.

Recomendaciones

  • Reflexionar respecto a nuestra propia historia, ya que a medida que nuestros hijos van creciendo, se pueden reactivar nuestras propias vivencias.
  • Cuestionarnos la razón por la que queremos que nuestros hijos alcancen ciertos logros: ¿podría ser un capricho nuestro por algo que no hicimos? ¿Estamos intentando construirles un futuro a nuestros hijos o estamos sanando heridas de nuestro propio pasado?
  • Ser empáticos con nuestros hijos y buscar una buena comunicación.
  • En caso de considerar que exista alguna cuestión que nos pueda estar dificultando nuestro papel como padres, buscar ayuda de un especialista.

 

Lic. Mayusa Maldonado / lic_mayusa@psicologosmonterrey.com.mx

 

 

Mayusa Maldonado

Mayusa Maldonado

Entradas Relacionadas