El jugar es hacer algo con alegría y con el solo fin de entretenerse o divertirse. Desafortunadamente eso se cree exclusivo de los niños, pero definitivamente como adultos podemos seguir siendo niños de una forma equivalente.
No necesariamente jugaremos a las muñecas o a los cochecitos pero sí tenemos una gran cantidad de actividades que como adultos podemos jugar, y más si estamos en pareja.
Muchas veces en pareja olvidamos que necesitamos hacer actividades por el simple hecho que nos generen alegría, o inclusive, proyectos que inicialmente así serían, nos olvidamos y ahora son deberes o la “escenografía del matrimonio” desde: vivir juntos, cocinar, comer juntos, hasta tener hijos.
Para poder volver a jugar en pareja necesitamos:
- identificar nuestros proyectos en pareja: ¿cuál es aquella actividad que nos hace estar juntos? Necesitamos ser cuidadosos con esto, porque si bien es cierto que el estar casado o tener hijos es un proyecto que los mantiene juntos, muy probablemente necesitan renovar esos proyectos, para que se sumen a los anteriores.
- Conocer qué le gusta o divierte al otro: si yo me permito abrirme a los gustos del otro, probablemente pueda aprender una nueva forma de divertirme yo también, y viceversa.
- Conocer qué me divierte a mí: empezando por el hecho de que necesitamos saber qué nos gusta para poder ir en busca de ello, habrá que hacer una introspección para mínimo ver qué es lo que haremos para divertirnos.
- Darle un lugar a ese proyecto: a veces es muy fácil que las cosas que nos generan placer sean pospuestas por aquello que es obligatorio, pero necesitamos darle un lugar a eso que haremos en pareja para divertirnos y respetarlo. ¿Cómo?
- Pueden definir día y hora: y que nada lo interrumpa.
- Pueden definir lugares y personas involucradas: intentar que al menos 1 día o en una ocasión, sea estando solos y en espacios donde no puedan ser interrumpidos. Una vez respetado eso podrán incluir a hijos, amigos, familiares, etc.
- Pueden buscar ideas para seguir llevándolo a cabo: no vale el “Ok, ya estamos aquí solos en nuestro día juntos ¿y ahora qué hacemos?” Busquen, infórmense, prueben lugares y vivencias nuevas.
Puede haber múltiples ideas para formar proyectos en pareja, lo que sería el equivalente de jugar en el adulto, sólo depende de la pareja y puede ir desde: ver alguna película, probar un nuevo restaurante, salir a caminar, dormirse media hora más tarde para bromear con la pareja en la cama, un viaje corto.
No tiene que ser algo que cumpla con todas las condiciones perfectas para poder divertirse, ni tiene que ser costoso económicamente, a veces con estar 15 minutos concentrados en uno y en el otro, será suficiente para haber sentido placer juntos.
Lic. Florencia Bevilacqua
lic_florencia@psicologosmonterrey.com.mx