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¿Ir o no ir al psicólogo?

Hay diversas razones por las que una persona acude o lleva a algún familiar con un psicólogo (a). Muchas veces se busca este tipo de apoyo siendo una de las últimas o la última opción después de tratar el conflicto de otras maneras o con algún otro especialista, de postergar la decisión por variados motivos como la falta de tiempo, dinero, falta de convencimiento de si es necesario, etc. Pero cuando esa persona da el primer paso, a veces el segundo sigue costando o cuesta más que el anterior.

Es común que no se dé el peso suficiente al aspecto afectivo en nuestra vida hasta que ya no se haya una salida clara. El simple hecho de comenzar un proceso psicoterapéutico puede crear ideas como el miedo a lo que podría pasar, a lo que los demás dirán y a si realmente funcionará el tratamiento.

Todo acontecimiento nuevo trae consigo un sentimiento de miedo a lo que pueda suceder o el miedo al cambio, a lo que implica salir de cierta forma de confort por lo cual es importante conocer que el empezar un proceso terapéutico implica un esfuerzo extra pero que a la par, traerá beneficios en el malestar actual y que será más provechoso con el tiempo y dedicación necesaria.

Veamos un ejemplo: una mujer que tuvo una infancia difícil, con abandono por parte de su padre, de quien nunca obtuvo un apoyo emocional ni económico; en la actualidad sus relaciones de pareja siempre existe un sentimiento de dependencia, lo cual hace que sus noviazgos sean desgastantes. Por su nerviosismo constante toma medicamento, fuma seguido, tiene una vida acelerada, duerme poco, sufre de estreñimiento y colitis, cambia seguido de trabajo porque siente que no vale lo suficiente y eso no le permite ascender en sus puestos, además que piensa que le faltan muchas cosas para estar realizada. ¿Cuánto gasto emocional, económico, físico y moral lleva?

Es aquí donde pensamos que una psicoterapia tendría más beneficios por reducir otras complicaciones que están de manera inminente ligados a un conflicto psicológico. En ese sentido, el psicólogo(a) ayuda a dar forma, pensar y entender el porqué de su conflicto, construyendo herramientas que favorecen que la misma persona pueda resolver lo que al principio la llevó a la consulta. Esto quiere decir que el psicólogo (a) está capacitado para hacer un soporte emocional cuando sea necesario para que el paciente pueda sentirse protegido, comprendido y conocerse más a fondo. Cada quien tiene las llaves de su propia jaula.

Lic. Diego García / lic_diego@psicologosmonterrey.com.mx

Diego García

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