Artículo de la Lic. Cristina Kennington donde habla de las consecuencias de el sacrificio en la relación de pareja.

El sacrificio en la relación de pareja

Muchas veces hemos escuchado que cuando amas a alguien debes sacrificar cosas. Incluso, nos han enseñado, que el sacrificio es una forma de demostrar el amor. Sin embargo, una recurrencia de sacrificios en la pareja pueden causar muchos estragos en la relación.

Uno pudiera preguntarse ¿entonces uno nunca debe de dejar de hacer las cosas por su pareja? No tal cual. Claro que es importante tener ciertas consideraciones por él o ella. Claro que es indispensable aprender cuáles son aquellas cosas que hacen sentir segura, feliz, amada a nuestra pareja. Pero… el riesgo está en la palabra sacrificio.

Entendemos por sacrificio, dejar de hacer o hacer algo que implica dolor, sufrimiento o molestia.

 

Todo tiene un precio. Un gran problema es que el ser humano siempre hace las cosas por algo, es decir siempre hay un precio que cobrar después de un sacrificio.

 

El precio puede ser: gratitud, admiración, más amor, respeto, consideración, otro favor, regalos, dinero, sorpresas, ganarse el cielo, etc., etc. Puede ser algo material o algo emocional pero tiene que ser algo. Así, uno pudiera pensar que no tiene gran problema, sin embargo la trampa que viene con el sacrificio es que el precio a pagar no es negociado, ni acordado en la pareja y tiende a ser cobrado de una manera destructiva.

 

Formas destructivas de cobrar el sacrificio

 

Existen muchos ejemplos de formas destructivas de cobrar los sacrificios. Aquí algunas:

 

  • Mal humor

Te encanta tu trabajo, tu esposo considera que una buena madre debe de quedarse en casa a cuidar los niños, accedes, no estás de acuerdo pero por amor y sacrificio, aceptas. Te lo cobras: reclamando, con mal humor y quejándote

 

  • Esperar ventajas o beneficios por los sacrificios

Tienen un bebé recién nacido; tú, papá, procuras levantarte cada 3 horas a darle de comer a tu bebé, sabes que tu esposa está cansada, aunque tú también lo estás, por amor, te sacrificas. Te lo cobras: saliendo con tus amigos hasta las 5 de la mañana, ¡¿cómo pudieran reclamarte si eres tan bueno?!

 

  • La infidelidad como cobro

Día tras día vas sintiendo como tu pareja te pone menos atención, por trabajo, por rutina, por cualquier cosa. Piensas que debes de entenderla(o) y lo intentas. Sin embargo algo no parece tan justo pues tú has hecho tu mejor esfuerzo por no descuidar la relación. Poco a poco el rancor y resentimiento se acumulan, dejando un hueco que puede ser fácilmente llenado por otra relación paralela.

 

El problema no siempre es el pago, sino que el pago no es negociado.

 

Para evitar caer en la tentación del sacrificio

 

  • SI quieres hacer algo por amor, hazlo pero no esperes algo a cambio.
  • Si quieres obtener algo, negócialo. Dando y dando.
  • No permitas que el resentimiento se acumule.
  • Invierte en la comunicación profunda, íntima y real con tu pareja.
  • Haz un lado las suposiciones, habla las cosas una y mil veces.
  • Mantengan la relación pareja.
  • No cobrarse a lo chino; si lo que haces tiene un precio tienes que especificar cual será.

 

Cristina Kennington

Cristina Kennington

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