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Causas psicológicas por las que se rompe una dieta

Causas psicológicas por las que se rompe una dieta

Desde siempre, las dietas han sido metas frecuentes, y más en estas fechas en las que se vuelve un propósito de año nuevo, como intento de mejorar nuestra vida, salud e imagen. Sin embargo, también es cierto que como seres humanos somos capaces de elegir objetivos y alcanzarlos, tal como cursar estudios, trabajar, llevar a cabo nuestros hábitos diarios, entre otros. Entonces, ¿por qué con las dietas fracasamos?

Aquí algunas causas psicológicas:

  • Reta nuestra capacidad de tolerar la frustración: si presentas dificultades para esperar, tolerar o soportar la idea de que no obtendrás algo que deseas, entonces esto puede influir en la forma en la que comes al tener que ponerte límites, aún y cuando no necesitas ciertos alimentos.
  • Se pone a prueba nuestra constancia: si fácilmente desistes de proyectos y/o eres inconstante en tus hábitos, entonces definitivamente requerirás esforzarte, ya que una dieta requiere de constancia para que sea exitosa.
  • La comida tiene un simbolismo social: desde pequeños utilizamos los momentos de comida para convivir, como lo eran algunas comidas familiares, los recreos en las escuelas; así, al crecer se toma de excusa para las reuniones, convivencias, celebraciones y demás eventos. Por lo tanto, al restringirnos de comer ciertos alimentos, de forma inconsciente también podemos relacionarlo con restringirnos de sentir la convivencia, goce y “alegría” que brinda la comida.
  • La comida también tiene un gran simbolismo emocional: desde que nacemos es parte vital de nuestra existencia y es proporcionada por nuestros seres queridos, en especial por la madre; la sensación de comer puede recordarnos de forma inconsciente a nuestra madre y a la sensación de tranquilidad que nos brindaba el sentirnos alimentados desde nuestros primeros años de vida. Así, al sentirnos preocupados, nerviosos y/o ansiosos, de forma natural recurrimos a “tranquilizadores” que nos brinden calma y satisfacción, utilizando estímulos orales como paletas, cigarros, bebidas y principalmente comidas, que nos recuerdan de forma inconsciente a nuestra etapa infantil, tal como cuando llorábamos y se nos daba de comer para calmar nuestra necesidad.

Es así como llegamos a la conclusión de que al sentirnos, estresados, ansiosos, angustiados, deprimidos, preocupados, nerviosos, etc., estamos expuestos a utilizar la comida como calmante, como forma de llenar “huecos” emocionales; por lo tanto, al limitarnos o prohibirnos utilizar esta vía como forma de descarga, en muchas ocasiones nuestras emociones nos sobrepasan y terminan por romper la dieta, creándonos sentimientos de culpa y/o frustración al no lograrlo como lo esperábamos. Esto, a su vez, nos expone a utilizar otras vías como forma de descarga (cigarro, bebida, etc.) llegando a tornar nuestro estado de ánimo un poco irritable.

Finalmente, en el caso de que te hayas identificado con el artículo, o que tengas ya varias dietas no cumplidas, la recomendación es analizar las razones verdaderas por las que no lo logras; una evaluación psicológica es una buena opción que te permite conocerte y saber o descartar si la causa es emocional.

Lic. Ana Beatriz Banda López. / lic_ana@psicologosmonterrey.com.mx

 

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