Roles invertidos en las pareja

Aunque todavía vemos muchas parejas esencialmente tradicionales, ha aumentado mucho las parejas donde los roles se encuentran invertidos: la mujer trabaja la mayor parte del día, y tiene un ingreso económico fuerte dentro del hogar, y el hombre, también lo hace, pero tiene más tiempo para estar en la casa con los hijos.

Esto no debería causar mayor problema cuando la pareja está de acuerdo con que así sea, recordemos que en esta diada, pueden hacer lo que quieran siempre que lo vivan de forma satisfactoria ambos. No debería causar mayor problema… en teoría.

En la práctica las parejas con roles invertidos, tienen que enfrentarse a situaciones bastante complejas:

  • Reciben críticas de la familia, ya que para ellos, (que ya son de otra generación), ambos están fallando a algo que les corresponde; el hombre puede verse devaluado, la mujer criticada por no estar más con sus hijos.
  • Pueden recibir burlas del ambiente, incluidos los seres queridos: no se hacen esperar los amigos que dicen “mandilón” o “tu esposo mantenido”.
  • Se enfrentan a una serie de dificultades culturales muy arraigadas: los hombres llegan a la casa a tal hora, las mujeres tienen que tener la casa limpia. Si lo anterior no es así, pueden vernos raro.

¿Qué sucede con lo anterior? Normalmente, por más fuerte que uno sea y que crea en sus convicciones y en su pareja, si todo el ambiente, la familia, los amigos, empuja para hacernos sentir que algo está fallando, muy probablemente empiecen los auto-cuestionamientos y con eso las discusiones en pareja. El desarrollo normalmente se da en las siguientes etapas:

  1. La mujer puede empezar a sentirse que no es buena madre, por ser la que pasa menos tiempo en casa. Siente que merece mayor protección del hombre.
  2. El hombre puede sentirse incapaz, por no ser el proveedor del 100% de lo que hay en la casa.
  3. El autoestima se puede ver afectada por creer que necesitamos cumplir con lo que dictan quienes los rodean.
  4. Empiezan a desear el lugar que tradicionalmente corresponde: la mujer quiere pasar más tiempo en casa, el hombre empieza a buscar la forma de mantener todo por sí solo.
  5. Por no poder lograr anterior, ya que no es la esencia de la pareja, ni de ellos mismos, aumenta la frustración y los reproches mutuos.
  6. Empieza a afectar cada vez más lo que los demás dicen, ya que “probablemente tengan razón, yo debería ser quien…”

Esta esquematización, podría tomarse como una caricatura de aquello que sucede en el hogar de las nuevas parejas de roles invertidos, pero no olviden, que es el reflejo de algo que está sucediendo. No necesariamente se da de esa forma, pero sí es como una cadena, en donde no entendemos si uno debe continuar cómo cree estar más cómodo, o en realidad, como los demás están más cómodos.

Lo tradicional, con las formas de vida actual, ya es difícil de mantenerlo intacto, por eso, inclusive las parejas más tradicionales tienen en su actuar diario, alguna forma “moderna” de llevar a cabo la pareja; y claro, viceversa, en las parejas más “modernas” habrá fuertes vestigios de las formas tradicionales.

Lic. Florencia Bevilacqua

lic_florencia@psicologosmonterrey.com.mx

 

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