¿Qué implica la amistad?
La amistad es un concepto muy común (inclusive existe un día en homenaje a ella) ya que todos necesitamos de alguien al ser seres sociales. A pesar de ser muy importante en nuestras vidas, pocas veces nos ponemos a reflexionar en torno a ella.
Quizá alguna vez hemos observado que los niños tienen una gran facilidad para nombrar a alguien su amigo. En un parque se encuentran con algún niño de su edad y al salir después de media hora de juego ya lo consideran su amigo, aunque no sepan su nombre.
A medida que vamos creciendo, este concepto va cambiando, no consideramos a cualquier persona nuestro amigo. ¿Qué se necesita para que alguien lo sea? De acuerdo con la RAE, lo que hace que dos personas establezcan una relación de amistad tiene que ver con la posibilidad de encontrar una cuestión en común, una afinidad. Lo anterior, puede ser el compartir algún pasatiempo, actividad, alguna vivencia o simplemente tener intereses similares.
Uno de los ejercicios que podríamos hacer es preguntarnos ¿Qué es lo que me mantiene unido a un amigo? ¿En qué cosas coincidimos? Muchas veces llegamos a entablar una relación de amistad con alguna persona, aunque en realidad todavía no sabemos en qué cosas somos afines. No obstante, poco a poco iremos descubriendo aquellas cuestiones en las que coincidimos.
En este sentido, no es fortuito que de pronto nos demos cuenta que todos nuestros amigos tienen características en común. Por ejemplo, si nos vinculamos con personas que siempre esperan que les digan qué hacer, quizá deberíamos cuestionarnos si lo que sucede es que a nosotros nos gusta mantener el control; o si nos damos cuenta que lo que hace que coincidamos son los problemas con la pareja, o con los hijos, tampoco es casualidad. Al escoger a nuestros amigos, inconscientemente nos damos cuenta que existen situaciones que nos pueden ligar a esas personas, por lo que una forma de conocernos es a través de las personas con las que nos relacionamos. Así juegan un papel como de espejo.
Sin embargo, como seres humanos no podemos permanecer estáticos todo el tiempo, estamos continuamente cambiando y al igual que nuestro cuerpo, nuestras vivencias, intereses y prioridades se van modificando; de esta forma, también nuestras amistades van cambiando. Ante dichos cambios se requiere una adaptación, lo que en ocasiones puede causar una crisis, es decir, una necesidad de ajustes ante esta nueva situación, lo que finalmente permite que se sigan manteniendo los lazos de amistad que nos unen y que permanezcan a través del tiempo; o en algunas casos, que esos lazos se rompan.
Así, en una relación de amistad podemos llegar a sentirnos comprendidos, aceptados y escuchados, al poder compartir. Pero, no debemos olvidar que una amistad también nos posibilita conocernos mejor por medio de las personas con las que nos relacionamos. Por lo que sólo queda preguntarnos ¿Qué es lo que buscamos en nuestro amigo?
Lic. Mayusa Maldonado / lic_mayusa@psicologosmonterrey.com.mx
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