Este es un tema polémico, un problema de salud pública, un tópico conocido por todos y evitado por muchos. Al menos en nuestra cultura, pensar en la muerte siempre despierta sentimientos muy diversos, desde evocar en experiencias dolorosas del pasado o en temores de lo que nos asegura el futuro. Sin embargo, pensar en que la muerte sea provocada por la propia persona nos remota al presente, a la posibilidad de que un hecho de tal magnitud sea consumado a decisión propia, alguien que encuentra en su vida una acumulación de experiencias o huellas que encuentra en extremo difíciles de procesar, donde no hay conciliación de estas con la vida, y que por sí solo o sola no hay otra opción más que exterminarlas, exterminándose.
El suicidio es una problemática que nos concierne a todos, sin embargo en ocasiones parece que es difícil entender qué es lo que sucede con alguien que decide acabar con su vida. Es muy importante saber que la gran mayoría de las veces puede evitarse al prevenirlo, y una forma de hacerlo es detectar las conductas anteriores a su consumación, es decir, lo que podemos llamar conductas que indiquen riesgo de suicidio. Es por eso que en este artículo se incluirán las principales conductas observables y aquello que puede hacer una persona cuando quiere brindar apoyo a alguien con riesgo de este tipo
El suicidio es un fenómeno complejo, el cual tiene consigo implicaciones muy diversas, es decir no hay una causante universal para explicarlo, sin embargo, si hablamos de conducta suicida, podemos entender que hay factores previos a su consumación. Estos son conductas identificables antes del acto o a la consumación del suicidio que nos permiten prevenirlo e identificar cuando alguien requiere atención psicológica inmediata. A continuación describimos las principales señales que podemos identificar cuando pudiera haber riesgo de suicidio, sobre todo cuando se presenta más de una de las siguientes señales:
Abandono de tratamientos psicológicos, psiquiátricos o médicos.
Cambios drásticos en sus hábitos de sueño o alimentación
La persona habla de morir o preferir no estar, esto puede ser de manera directa o indirecta, por ejemplo:
“Sería mejor que me lleve Dios”
“A veces preferiría no estar aquí”
“He pensado en cómo sería si yo muriera”
“Cuando yo no esté…”
Si la persona ha vivido un cambio drástico en su vida personal y se encuentra afectada, por ejemplo:
Enfermedad propia o de alguien cercano
Pérdida de trabajo o dificultades económicas
Fallecimiento de alguien cercano
Haber vivenciado algún accidente
La persona habla de hacerse daño o querer suicidarse de manera directa o indirecta, por ejemplo:
“He pensado en matarme”
“Ayúdame que siento que me quiero hacer daño”
“Siento que si yo no estuviera aquí ustedes estuvieran mejor”
Desinterés por actividades que antes disfrutaba o incluso que pudieran ser necesarias para la vida cotidiana, por ejemplo:
Asearse
Reunirse con sus amistades
Actividades recreativas
La persona experimenta estados de angustia severa o ataques de pánico
Tristeza y desesperanza en gran cantidad, por ejemplo:
Llora o se aísla frecuentemente
Siente que lo que le sucede ya no tiene solución
Menciona frecuentemente “Ya no puedo más”
Elaboración de un plan de autoagresión (puede ser con: lugar, forma, fecha, no necesariamente con todo definido) por ejemplo:
“Morir con un disparo el jueves después de dejar a los niños en la escuela”
“Colgarse en un puente”
Conductas de despedida y/o de desprendimiento de objetos o situaciones con valor emocional para la persona, por ejemplo:
Elaborar cartas de despedida
Regalar sus objetos personales
Hacer llamadas o reuniones poco comunes con amigos que no frecuenta regularmente, pudiera ser una forma de agradecimiento
Estas y otras conductas pudieran presentarse cuando una persona piensa en hacerse daño, ante cualquier duda es muy importante que nos acerquemos a la persona para ayudarle a encontrar ayuda profesional de manera inmediata.
El suicidio es un hecho lamentable por el cual desearíamos que no sucediera, sin embargo éstas señales nos pueden ayudar a acercarnos a la persona que pudiera estar viviendo esta situación y pudiéramos prevenirlo.
Lic. Cynthia Cirilo
cynthiacirilo@psicologosmonterrey.com.mx
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![Pinocho de Guillermo del Toro: Des-obediencia e Im-perfección Foto de Netflix - © 2022 Netflix, Inc. Imagen recuperada del portal de IMDB. La desobediencia, obediencia, perfección e imperfección giran alrededor de esta historia contada por Guillermo del Toro, una versión del clásico cuento infantil de la marioneta con vida creada por Geppetto, un zapatero que vive en un pueblo italiano en medio de la guerra fascista. Esta marioneta llamada Pinocho cobra vida con las palabras de un guardián mágico, que aparece como El Genio de Aladdin para concederle un deseo a Geppeto; la compañía y el amor de un hijo. Geppeto ha perdido a su nieto, Carlo, en un trágico accidente en medio de un bombardeo. En el fondo quiere que Pinocho sea como Carlo, un niño cariñoso, curioso y obediente, perfecto; así como él era un padre igual de perfecto en el pasado, que cantaba por las noches, jugaba y era querido por su comunidad. Esto cambia cuando Carlo muere, Geppeto deja de trabajar, comienza a beber y alejarse de los otros, ahora pasa a ser otro borracho del pueblo, abatido por el dolor de la pérdida, señalado como un loco perverso (exageradamente) por haber creado a Pinocho. Pinocho es un ser curioso que vorazmente quiere entender el mundo, se tropieza y camina alegre, cantando, jugando y divirtiéndose. De su nariz crecen ramas que se hacen más grandes cada vez que dice una mentira, los demás le ordenan que obedezca aunque apenas está aprendiendo qué es obedecer y qué es una mentira. ¿Por qué desear que Pinocho nazca obedeciendo? Para que así sea perfecto, porque los niños obedecen a los adultos, y éstos a su vez obedecen con mayor naturalidad, a lo que yo agregaría: porque están más inmersos en la cultura, lo que los detiene de hacer cosas que no están bien vistas por los demás. En mi consulta, y seguramente en la de muchos colegas que reciben pacientes infantiles, he escuchado a padres que no logran que sus hijos los obedezcan, hacen más caso a otras personas que los rodean, o solo a uno de ellos. Ante el desplegamiento de estos escenarios pregunto por qué piensan que esto es así, a lo que responden que quizás sea porque no pasan mucho tiempo con ellos por su trabajo, que el otro los consiente en todo y respetan más al que cumple todos sus deseos; todas estas respuestas responden fácilmente a esta pregunta, aunque hay algo más, aquello que corresponde al deseo de ser padres y la autoridad que éstos se dan a sí mismos para ejercer las funciones de la paternidad. Algunos con timidez confiesan que temen frustrarlos para evitar ser juzgados por otros padres, que les cuesta poner límites porque quieren ver a sus hijos cien por cierto felices. Sin embargo no hay que perder de vista que como cuidadores su responsabilidad es tomar decisiones por ellos, recordando que no se van a traumatizar porque no consiguen lo que quieren, ellos necesitan aprender a tolerar la frustración porque afuera no habrá alguien que los complazca completamente. Joseph Knobel Freud en su Libro: Los retos de ser padres, nos recuerda que los límites evitan que los niños terminen perdidos en el país del nunca jamás, como Peter Pan, sin nadie que los mire y sostenga. Por otro lado, un peculiar escritor intelectual busca escribir en papel sus memorias de vida, y termina narrando la vida de Pinocho. Somos testigos de sus tropiezos, sus intentos fallidos de que otros lo escuchen, de ser como un guía espiritual para los demás, con la intención de que tomen buenas decisiones; está ahí para recalcar la desobediencia, pero no solo eso. Este famoso personaje del que hablo es, como seguro ya adivinaron, el sabio Sebastian Cricket, o conocido por muchos como Pepe Grillo. En un video para Netflix destaca un aspecto muy valioso de la madera con la que es diseñada Pinocho. Es una madera que no es perfecta, y la vida tampoco lo es; uno puede meter un poco la pata, o varias patas, pero damos lo mejor de nosotros mismos y eso es lo mejor que podemos hacer. Esta marioneta con vidas de gato, Pinocho, se pregunta cosas muy interesantes, entre ellas: ¿por qué la guerra? La guerra es dolor, separación, rutina, muerte. Las escenas de los niños ejercitándose para la guerra, o más bien esclavisándose, en la época fascista, rodeados de bombas que acabaran con sus vidas; fueron impresionantes para mí, y me hacen pensar en las palabras dichas por Guillermo del Toro en una entrevista: “La animación puede contar cualquier historia, lo raro, lo siniestro, lo terrible”. En momentos la furia y el enojo se muestran como algo casi malévolo, Geppeto en una escena corta la madera enfurecido y Volpe, el vicioso malvado que maltrata a Pinocho y Spazzatura, quiere quemarlo vivo. Recordando que esta historia sucede en la época fascista, se nos muestra una competencia entre dos equipos rivales con Pinocho y Candlewick (hijo del Podestà, que cuida el bienestar moral del pueblo) como líderes, quienes se esfuerzan por ser amados por sus padres. El “juego” termina con un abrazo tierno entre dos amigos que declaran un empate, no quieren hacerse daño, a la que podríamos darle la lectura de la renuncia de Candlewick a los deseos de su padre (quien piensa que es un cobarde) desde la desobediencia, negándose a matar a Pinocho, diciendo: ”Toda mi vida traté de complacerte, pero nunca lo haré. Tenías razón, soy delgado, débil, frágil como la mecha de una vela [wick of a candle, como su nombre], siempre con miedo. Pero con todo el miedo que tengo, ahora voy a decirte que no. No me da miedo decirte que no”. El mensaje está ahí: No hay uno mejor que el otro, para los dos hay lugar, ambos pueden ganar. Los sentimientos entre los hombres ejercen un efecto contrario a la guerra; la amistad y la unión son el enemigo de la destrucción total, en palabras del padre del Psicoanálisis (Sigmund Freud). Al final de la película Pinocho salva a Geppetto, el grillo y Spazzatura de morir ahogados, perdiendo un brazo y su propia vida, aunque el noble grillo (como lo llama la guardiana) pide como deseo que vuelva. Geppetto confiesa mientras sostiene en brazos a Pinocho que trataba de convertirlo en alguien que no es, le pide que no sea Carlo, que sea justo como es él, que así lo ama; a lo que él responde: “Entonces seré Pinocho”. No tenemos que cambiar para ser amados, algunos nos amarán y aceptarán tal como somos, imperfectos. La gran salvación que tenemos es abrazar nuestras imperfecciones, esa es la tierna lectura que le da Guillermo del Toro. La rigidez y la perfección llevan a un solo destino: la destrucción, el fascismo. Las salvaciones van más allá del sacrificio amoroso. Pinocho salva al Grillo (de sus vanidades), a Geppeto (de su duelo) y Spazzatura (de su amo), pero no haciéndolo él, si no permitiendo con su ejemplo que ellos mismos se liberen. Esto es un verdadero héroe en una historia, en palabras de Héctor Mendoza Cuevas, cinéfilo mexicano. Por último, responderé a la tan repetitiva pregunta de si esta es o no es una película para niños con palabras del propio Guillermo: "No es una película para niños, pero los niños la pueden ver siempre y cuando tengan padres que hablen con ellos". Referencias bibliográficas: Freud, Sigmund, Obras Completas, Ed. Amorrortu, Argentina, 1991, 24 T. ¿Por qué la Guerra?, (1933 [1932]), T. XXII. Psipre. (14 de diciembre de 2022). Pinocho: Padres e hijos imperfectos. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=3EOUTh6KKX8&t=2874s Sopitas. (8 de diciembre de 2022). Entrevista con Guillermo del Toro l Su versión sobre Pinocchio, una de las mejores películas del año. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=tK34eayf04w Fuera de foco. (8 de diciembre de 2022). GUILLERMO DEL TORO: ¿Qué se puede hacer por la ANIMACIÓN en MÉXICO I ENTREVISTA /. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=I_2Ff57Ikc4 Knobel Freud, J. (2019). El reto de ser padres. Paidós.](https://psicologosmonterrey.com.mx/wp-content/uploads/2024/10/IMG-20241009-WA0011.jpg)






