¿Qué es lo que escuchamos en la consulta?   

¿Cómo y qué es lo que escuchamos en la consulta?           

 Hay preguntas muy típicas que la gente suele hacer a quienes trabajamos en el sector de la salud mental, tales como: “¿cuál es el caso más raro que has tenido?”, “¿no te vuelves loco con tantos problemas?”, “¿cuánto cobras?”, “tú como psicólogo ¿cómo sabes que alguien está mal?” (esta pregunta muchas veces viene acompañado del relato del encuestador explicando por qué él o ella se siente mal), etc., etc.

Pero de entre tantas, una resalta: ¿en qué consiste el trabajo de escuchar?

En varias ocasiones, he oído a varias personas conocidas decir que nuestro trabajo es fácil, solo se trata de escuchar.

¿Escuchar es fácil? Depende de qué y cómo escuches. Es como decir que hablar es fácil; sin embargo no es lo mismo hablar con un amigo, que recitar un discurso para un auditorio de trecientas personas. Entonces, ¿qué y cómo escuchamos? Cabe recalcar que en el ámbito psicológico y psicoanalítico existen muchas teorías, técnicas y métodos, por lo tanto, no todos escuchamos lo mismo, ni lo utilizamos de la misma manera, sin embargo, coincidimos en que es una forma de escuchar distinta a la común o es especializada.

En síntesis podemos decir que escuchamos todo y nada en específico, o tal vez, que escuchamos todo de una manera específica.

Escuchamos todo sobre lo que nos hable un paciente: desde su lenguaje corporal, sus entonaciones, sus silencios, su forma de saludar, sus expresiones verbales, su historia familiar, su manera de ver a los demás y verse a él mismo. Esto por decir algo. Al escuchar todo y nada, me refiero a que no favorecemos algún contenido que el paciente exponga.

También escuchamos de una manera específica porque no lo hacemos como cuando escuchamos a un amigo, una serie de televisión, una conversación entre familia. Lo hacemos desde una teoría y una técnica específica. De entrada (y por salida) podemos decir que escuchamos a un sujeto que, sin saberlo, cuenta con inconsciente. Es decir, que hay fuerzas inconscientes que hacen marchar conductas, sensaciones, emociones, formas de actuar, rasgos de carácter etc. Nuestra manera de actuar y escuchar como profesionales, muchas veces es investigando, rastreando, preguntando sobre lo inconsciente de ese sujeto, sobre lo que ese paciente no escucha de sí mismo. Y es que lo inconsciente no siempre es profundo y lejano, también está en nuestras narices y no es imposible de verlo.

Algún ejemplo tal vez pueda ayudar. Sirve que restamos curiosidad para los que preguntan sobre qué le decimos a un paciente: Una persona habla sobre las dificultades que tiene para que su hijo siga las reglas de casa. A la vez, le suele dar todo lo que este pida. Dice que si no lo hace, se siente culpable.

¿Qué es lo que escuchamos? Podemos hacer muchas conjeturas tales como las siguientes:

Este padre tuvo una infancia donde la las reglas las vivió de una manera agresiva e inflexible. Su propio padre no lo alentaba y lo hacía sentir inseguro. Esto le hizo sentir un rencor hacia la figura paterna que no se atrevía a decirse ni a sí mismo y tenía que ocultarlo. Ahora con su hijo siente que, para alejarse de la forma en que lo trató su propio padre, busca ser diferente cayendo en lo permisivo. El imponer autoridad podría significar para él, aceptar que sí le tiene rencor a su padre por cómo lo trató, por no confiar y creer en él, y en consecuencia causarle un sentimiento de culpa por en parte detestarlo.

Y, ¿es la respuesta correcta?, ¿lo que escuchamos es lo que le decimos al paciente?, ¿con sólo saberlo esta persona cambiará su vida? No sabemos si esa es la respuesta, siempre serán hipótesis que hacemos y sólo podemos construirlas a partir de lo que el paciente dice sesión tras sesión, es decir, es una construcción de datos que se van revelando en el mismo tratamiento y que en conjunto dan un nuevo sentido a todas esas experiencias aisladas que hablan de lo mismo. Él será el que acepte o no estas hipótesis como correctas o no y quien también construirá sus propias hipótesis y aprenderá a escuchar sus propios movimientos y fuerzas inconscientes. Podemos decir que sí es lo que le comunicamos, pero en el momento indicado y de la manera indicada.

Para resumir, diremos que escuchamos a un sujeto y lo inconsciente en él, para que después se entienda y se escuche a sí mismo, las maneras en cómo está actuando, sintiendo, pensando, sufriendo, trabajando y amando. Escuchamos para devolverle y acercarle ciertos referentes de su historia personal, guardando cierta incertidumbre de qué resonará de sus propias palabras.

 

 

Lic. Diego García Ovalle

Terapeuta de PSIPRE

 

Facebook: Psicólogo Diego García Ovalle

 

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¿El trabajo de escuchar es “fácil”?, ¿qué escuchamos en la consulta psicológica?

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