Procrastinar O las sorprendentes vicisitudes de ser… humanos

Procrastinar

O las sorprendentes vicisitudes de ser… humanos

Debido a la recurrente aparición de esta palabra en la consulta actual, decidí buscar su definición y me encontré con un detalle interesante que la misma esconde:

Según la Fundéu BBVA (Fundación del Español Urgente) el verbo procrastinar significa ‘aplazar, diferir’ y, por tanto, se puede emplear en todos los sentidos y contextos que indica, ya que en todos ellos lo que se está haciendo es dejar de hacer una cosa para hacer otra, es decir, aplazar una tarea. Además, este verbo procede del latín procrastinare cuyo significado es ‘dejar un asunto para el día siguiente, aplazar’.

Es claro el concepto pero no termina allí; agrega: “De ahí que se asocie a la pereza, vagancia, etc.” y en este último punto es el significado que ha llevado a que muchos pacientes la mencionen con culpa, vergüenza y hastío de sí mismos.

Sin lugar a dudas, el funcionamiento mental del ser humano es complejo por demás, y eso lleva a que múltiples factores estén influyendo en nuestro actuar diario, no sólo los relacionados a la conciencia (como la atención, el aprendizaje, la toma de decisiones, la solución de conflictos), sino un abismo de objetos inconscientes, que están allí influyéndonos.

Considero, que si bien el desarrollo teórico del conocimiento que tenemos de nuestro psiquismo sigue avanzando desde los pasos que dio Freud (desprendiéndolo un poco de la filosofía y la religión), la tendencia actual es a esperar, justamente por los avances en el área de las humanidades, que las personas pueden hacerlo todo.

La era del “Si tú quieres, puedes” ha invadido las mentes de las personas, dejando poco espacio al flujo de la creatividad, y generando enormes cantidades sentimientos de culpa, de ineficiencia, y lo que es peor, sensación de falla de fábricaesealgo está esencialmente mal en mí”.

Si bien, el aplazar puede ser una artimaña para evitar hacer o lograr el éxito, por infinidad de razones, muy personales, también que pasemos de una cosa a otra sin terminar ninguna puede deberse simplemente al exceso de actividades, o lo otro, a nuestra condición de ser… humanos.

No podemos con todo, y menos mal, de ser así, todos seríamos sólo el resultado de líneas de producción.

 

Florencia Bevilacqua

Psipre

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