La procrastinación es un término que se utiliza para la acción de posponer o retrasar actividades y tareas por situaciones irrelevantes. Estas pueden ser desde internet y actividades recreativas, hasta pendientes menos importantes, entre otras. Los deberes postergados, por lo general, significan situaciones desagradables o difíciles para la persona que aumentan su grado de estrés.
Se suele pensar, no sólo de los demás sino también de nosotros mismos, que la principal razón por la que se posponen actividades es por pereza o flojera, pero cuando hablamos de procrastinación este no es el caso. La procrastinación no es una manifestación de pereza, sino que la pereza es la excusa de la procrastinación.
Lo que realmente podemos ver detrás de cada postergación de asuntos importantes es cuán angustiante es esto para nosotros. Podemos estar refiriéndonos a proyectos que determinarán alguna decisión importante o una tarea final en la escuela, tal vez la respuesta a una oferta de trabajo o la realización de una propuesta única. También podemos tener la idea de estar postergando tareas que a simple vista pueden considerarse irrelevantes o poco significativas, pero que asociamos con otra situación o persona que sí es de gran relevancia.
Sea cual sea la actividad postergada, nos daremos cuenta de que está rodeada de una gran carga afectiva, esto quiere decir que es importante para nosotros. A veces no es por la tarea en sí, sino por lo que esta tarea puede llegar a representar.
Evadir de manera crónica obligaciones importantes es una manera de postergar sensaciones desagradables, así como una dificultad para hacer frente a posibles situaciones en las que no se tiene el control completamente. Pensar en qué es lo que nos angustia de las tareas que postergamos nos puede ayudar a entender nuestra conducta y talvez nos revele cosas interesantes acerca de nosotros mismos como miedos, errores, ideales y dificultades.
Andrea Maciel Neri
WHY AGENCIA DE MARKETING DIGITAL