"Poder decir adiós es crecer"

Decir adiós a alguien, a una etapa de nuestras vidas, un trabajo, a una idea de nosotros mismos, a una forma de vivir, una relación amorosa, todo involucra un crecimiento; aunque a veces no es fácil.

Ya sea por la costumbre o por acomodarnos a una manera de vivir que nos lastima podemos aplicar el dicho «más vale malo conocido que bueno por conocer», es decir, mejor me quedo en lo incómodo, ¿qué tal que todo empeora?

Decir adiós implica aceptar que hay cosas que no podemos prevenir, que la vida involucra cambios por más que nos esforcemos en evitarlos. Además, terminar una etapa se nos puede presentar como un reto que asusta ya que podemos darnos cuenta de aquello que nos falta pero también, por fortuna, de lo que tenemos a favor.

Decir adiós no es fácil, pero es más difícil permanecer en el dolor. No tenemos que pasarlo solos, solicitar ayuda profesional permite ser acompañados ante la pérdida.

Lic. Valeria Solorio

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