Artículo de la Lic. Brenda Martínez donde aborda el odio en la relación de pareja.

Mi amor, te odio.

Hasta que el odio nos separe

El romance, la pasión, el enamoramiento, la seducción, son sensaciones que conducen (en algunos de los casos) a la consolidación del amor, a eso que ya tantos poetas y escritores le han dado algún significado, y que la RAE lo denomina como: “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser”, y no hablemos de las canciones y un sinfín de referentes a lo que el significado refiere. Y ahora bien ¿qué hay de su “contracara”? Se habla poco del odio que nace desde la pérdida del amor.

En la práctica psicológica es fácil verlo, con frecuencia algunos de los casos que llegan a consulta acuden por la pérdida de algún amor y que, una de sus fases en el proceso de la pérdida es el odio. Un odio que deviene de la herida que la falta de éste deja, un odio por el dolor que se vive, algo que se sigue depositando en el otro y que ya no es el amor; ese giro es fácil darlo pues uno es opuesto del otro.

Y aunque parezca paradójico, es lo que sigue uniendo a muchas parejas después de haber “terminado” la relación amorosa, pues forja parejas indestructibles, ya que el odio da más seguridad que el mismo amor hacia la otra persona, el odio aporta la certeza de control, posesividad y reproche. Es fácil poder identificarlo en las parejas en proceso de divorcio, donde los juicios pueden tardar años, donde cualquier mínimo desacuerdo se convierte en una eterna lucha por ganar, donde las palabras dulces se han convertido en amenazas, en eternas peleas donde la razón no cabe.

Poder cerrar esa herida que el amor deja, es darle fin a esa sensación de malestar, encontrando formas de cerrar ciclos y de solucionar conflictos de forma sana. Cuando nos es posible despojar a los “exes” del amor, también lo podremos despojar de ese odio, y esa energía libidinal ahora sí podrá ser usada o puesta en juego para amar a alguien más o bien para amarnos más. Para volver a sentir todo aquello que el odio nos quitó.

La solución no es odiar.

 

Lic. Brenda Martínez

lic_brenda@psicologosmonterrey.com.mx

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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