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Las clases en línea. El malestar al conectarse

Entonces el sistema educativo hizo uso de la tecnología para poder afrontar el reto de la cuarentena. Se iniciaron las clases en línea, los maestros enviarían las actividades y los niños las trabajarían desde casa, en determinados horarios se conectarían por zoom, skype u otra plataforma para aprender con la guía de su maestro o maestra. Todo estaba casi resuelto, el plan de acción alternativo daba una luz a aquello que se creía que no podría continuar ¡LOS NIÑOS DEBEN SEGUIR APRENDIENDO! 

¿El aprendizaje se detiene? el aprendizaje no se genera con las cuatro paredes de un salón, ni con los bancos o las actividades que la maestra prepara, aprender es un fenómeno que se dinamiza en la vida. En este sentido, las clases en línea se enfocarían al contenido académico. ¡LOS NIÑOS DEBEN SEGUIR CURSANDO SU EDUCACIÓN BÁSICA! 

No en todos los países fue igual, ni tendría que serlo, pues responderá a las particularidades socio-económico-políticas de cada uno de ellos. Actualmente, ante la pandemia, en México las clases se toman en línea, se espera que pronto llegue el regreso de los niños al aula, sin embargo el malestar en los maestros, en los padres y en los niños está presente casi desde que se inicio esta modalidad. 

Cada arista tendrá su forma particular de vivirlo y afrontarlo pero parece que las cargas de trabajo han aumentado para todos. Y es importante señalar que al mismo tiempo la carga de trabajo que se está teniendo no es la misma que se solía tener, es decir que los roles que comúnmente se jugaban, se han intercambiado, movido o compartido con mayor rapidez, generando que el proceso de adaptación tenga que ser rápido, algunos lo lograron, otros no tanto y sin embargo en ambos casos existen implicaciones psíquicas importantes. 

Por mencionar algunos retos, ahora papá y mamá explican actividades que antes eran totalmente asumidas por los maestros. Los maestros ahora no solo instruyen a sus alumnos sino también a los padres con temas variados de contenido académico o sobre el uso básico de la tecnología para lograr conectarse. Los niños tienen que escuchar y aprender en un ambiente con distracciones en que antes era usado para otras cosas. Las fotos como evidencia, los grupos, los horarios extendidos, actividades a la par, etcétera, etcétera.

Adaptarse a nuevos roles podría ser la propuesta, pero ¿qué es adaptación? 

La adaptación es la capacidad de cambio, Pichón Rivière lo nombraría como aprendizaje. Quien aprende requiere una modificación, quien se modifica, modifica al mismo tiempo su entorno permitiendo la adaptación y la adecuación de ese lugar. Un reto al que nos estamos enfrentando. 

Sin duda, hay muchos aspectos que contemplar a la hora de hablar del tema, pero desde la psicología será importante pensar que todo cambio trae consigo implicaciones psicológicas inconscientes, miedos que se despiertan ante lo desconocido. En ese sentido, el malestar, entre otras cosas, podría responder a un sentimiento ante los cambios abruptos, pero recordemos que los cambios siempre están presentes. 

Parece que ahora se maximizan ante una percepción de “sin salida”, es decir que nadie está exento de tener que modificar sus días, de tener que seguir aunque sea de otras maneras. Buscar nuevas formas de desempeñarnos frente a las circunstancias que nos exigen transformación, para bien o para mal y aunque a cada uno nos tome un tiempo particular, todos seremos alguien distinto después de esta pandemia. 

Los niños, los maestros, los padres y madres, cada uno desde nuestro lugar seguiremos aprendiendo si seguimos conectados, vinculados más allá de las pantallas. 

 

Lic. Yeneiri Alonso
Coordinadora del departamento infantil y psicoterapeuta de Psipre

Correo: yeneirialonso@psicologosmonterrey.com.mx
Facebook: Psicóloga Yeneiri Alonso  

Más allá de las pantallas, reflexionando sobre el aprendizaje y los retos de los distintos roles del día a día. 

Yeneiri Alonso Reyes

Yeneiri Alonso Reyes

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