Cuando hay una situación difícil en casa como separación, conflicto entre los padres, enfermedad o muerte de algún miembro, entre otros, los adultos tratamos generalmente de que los niños salgan lo menos lastimados posibles. Sin embargo, por la etapa de cada niño, por su forma de ser y por el impacto de la situación no siempre sabemos cómo manejarlo. En este artículo trataremos de ver qué hacer.
Tomando de referencia a la psicoanalista francesa Francoise Dolto; quien dejó grandes aportaciones al psicoanálisis, revisaremos de qué manera podremos entender y manejar situaciones complicadas con los niños.
Por lo general los padres suelen cuidar que la situación familiar no sea revelada ate los niños de forma directa, llegando incluso a negar que algo sucede y haciendo lo posible por que el niño no se dé cuenta de que algo está sucediendo; esto es complejo, ya que la mayoría de los niños intuyen cuando algo está sucediendo en casa y puede llegar a confundirlos más al no corroborar que su sentir está siendo congruente con lo que los padres muestran.
Sin embargo, hay quienes dentro del enojo y/o desesperación de una gran discusión o situación, pueden llegar a transmitirle al niño ideas cargadas de emociones que pueden llegar a confundir al menor; por ejemplo, revelar que el padre se va de casa por “estar con otra” o bien, decir que el padre ya no podrá seguir en casa dado a que su madre “está muy enojada con él”.
Y antes esto ¿qué hacer?
Ante las separaciones, y situaciones complicadas lo ideal es que los adultos puedan ponerse de acuerdo antes de comunicar cualquier situación o decisión definitiva, ya que, si una situación aún no es segura y se comunica como tal, esto puede hacer más difícil el proceso.
La forma de comunicar esta situación puede girar en torno a lo que el niño pueda entender según su etapa, sin dar explicaciones que correspondan más a los adultos por ejemplo la causa de un divorcio) o bien en torno a lo que el niño vivirá a partir esto (cambios de casa, cambios en su rutina, etc). Tratando de ser breves, evitando largas explicaciones y de tener la seguridad de poder contener las reacciones del niño, permitiendo que este desahogue el impacto de la noticia (a través de enojo, llanto, irritabilidad, etc).
Una experiencia en la infancia de la cual el niño pudo aprender en compañía de sus padres, le permite fortalecerse y aprender de todas las facetas de la vida; y esto a su vez lo prepara a futuro para las experiencias de su vida.
Ante cualquier duda lo mejor es solicitar orientación de un profesional de la psicología. Asimismo, recomiendo a los padres interesados en el tema el libro: “Dolto para padres” de la autora: Jean-Claude Liaudet.
Lic. Ana Beatriz Banda López
Psicoterapeuta especialista en niños y adolescentes
Coordinadora del Departamento Infantil, PSIPRE.
anabanda@psicologosmonterrey.com.mx
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