Realmente contentas, es más, radiantes… ¿cuántas? Ahora piensa ¿Cuántas personas enojadas, temerosas o tristes conoces?
Cuéntalas. Hice este pequeño sondeo entre algunas de mis amistades y compañeros de trabajo y el resultado fue precisamente el que temía. Todos conocían muchas más personas que estaban viviendo de una forma muy difícil que personas plenas, contentas y felices.
Intenta hacer el sondeo tú también.
Antes de tirarte a la tristeza por los resultados e unirte al grupo mayoritario, detengámonos a entender ¿Por qué? ¿Por qué hay más “emproblemados” que libres y plenos?
Algunas posibles razones son:
- Porque requiere menos esfuerzo ser miserable que feliz.
- Por aquello que los psicólogos llamamos “ganancias secundarias” de las enfermedades, lo cual son todos aquellos beneficios que obtenemos al no estar bien, como lo son: consideración, atención, tiempo, demostraciones de afecto y apoyo, entre otras.
- Porque estamos tan acostumbrados a batallar con la vida que nos sale natural.
- Porque no sabemos estar bien.
- Porque estar bien requiere que nos pongamos en una posición vulnerable… pues cuanto más tenemos más podemos perder.
- entre otros.
Como terapeuta me ha tocado ver todas estas razones con mis pacientes, y aunque es difícil aceptar que tal vez uno mismo es el que se está metiendo la zancadilla para no estar bien, también es la vía más efectiva para tomar la decisión consciente de querer estar bien, ser valiente, aunque cueste trabajo, ahora sí que vale la pena.
Lic. Cristina Kennington
lic_cristina@psicologosmonterrey.com.mx