El tema de la sexualidad en niños y adolescentes siempre ha sido difícil para los padres, pues persiste la duda de, cuándo es la edad adecuada para hablar con ellos de sexualidad, qué decir, qué tanto y cómo hacerlo, entre muchas cuestiones. Justo por eso, es importante tomar cartas en el asunto, pues si se deja a la curiosidad responder esas interrogantes, que quizá como padres no las hemos sabido abordar por la dificultad que eso conlleva, en algunos casos ellos pueden recurrir a material pornográfico y creer poder responder a esas dudas con ello.
Estos temas son parte de la vida y nuestros hijos están expuestos a ellos como tal; es sumamente sano y normal que busquen información en su ambiente, en su entorno y lo ideal sería que esta información se le exponga de forma adecuada. Cuando esto no sucede y encontramos a nuestro hijo/a viendo o poseyendo material pornográfico, antes de reaccionar con enojos, regaños o confrontaciones, habrá que cuestionarnos qué tipo de información acerca de la sexualidad posee, de dónde la obtuvo, y nosotros, cómo hemos contribuido a proveer esa información.
Pues el principal problema de la pornografía, no es el material explicito como tal, sino que desde ahí nuestros hijos formen una idea o juicio de cómo son las relaciones sexuales y la sexualidad, obteniendo referentes exagerados, inalcanzables y/o deformados.
En la actualidad los medios de comunicación han hecho accesible estos materiales, por ello la importancia de orientar y asesorar a nuestros hijos desde temprana edad pues de esta manera ayudaremos a su sano desarrollo.
¿Cuándo es la edad adecuada para hablar con ellos de sexualidad?
- Existen muchas variantes en cuanto una edad específica, pues poco a poco a lo largo de su vida hay cambios, de esta manera, como van ocurriendo estos cambios, es el momento para hablarlos.
- Lo ideal es hablarles de sexualidad cuando ellos muestran dudas sobre ese tema, generalmente nos hacen preguntas en torno a algo que escucharon y no entendieron, ese es el momento adecuado para resolver esas interrogantes, pues ya es algo que lo está movilizando.
¿Qué decir?
- Hablar primordialmente de los cambios que observamos en ellos, por ejemplo, cuando muy pequeños es importante aclarar la diferenciación de sexos (niño y niña), en la adolescencia los cambios propios del crecimiento que experimentan; recordar que la sexualidad no es únicamente el sexo, sino que abarca una gran variedad de situaciones tanto biológicas como emocionales.
- Es importante ser lo bastante claros en la información que se le da, especificar en la duda que nos externa y buscar las palabras adecuadas para transmitirlo, esto sin reservas, pues muchas de las veces nosotros como padres nos causa pena hablar las cosas tal cual son.
¿Cómo decirlo?
- Hablando con ellos y expresando su intención de ayudarlo a resolver sus dudas, que ahora son padres pero que alguna vez también pasaron por esa etapa, quizá con las mismas interrogantes que ellos ahora tienen.
- De forma empática a sus dudas y sin críticas ni juicios. Si pregunta, antes de criticar hay que aprovechar ese canal abierto de comunicación que pronto volverá a cerrarse probablemente.
- Responder las interrogantes sin ser claros puede crear más dudas, así que para esto es importante ser concretos y asegurarnos de que se está entendiendo la información que se le está explicando.
¿Cuándo es el momento indicado de hablar de pornografía?
- Si sabemos que previamente a nuestro hijo se le ha brindado información suficiente referente a la sexualidad, al conocimiento del cuerpo y sus cambios.
- Analizando si es necesario agregar información a lo que saben.
- Cuando son evidentes los cambios físicos en ellos, como por ejemplo: menstruación, crecimiento de senos en las niñas y erección y eyaculación en los niños, las preguntas acerca de éstos cambios, etc.
- Cuando encuentren indicios de que lo están viendo o utilizando.
Algo muy importante es que si identifico que el tema de la sexualidad me cuesta, hay cosas que no me sentiría cómodo hablándolo con mi hijo, es mejor no hacerlo hasta que me sienta mejor al respecto; puede ser contraproducente que vea titubeos, juicios, críticas o inclusive historias respecto a lo mismo.
Y no olviden informarse antes de hablar, si tienen dudas, investiguen, busquen pregunten a quien tengan confianza. La pareja puede ser una alternativa siempre para apoyarnos en este tema, inclusive si él o ella puede enfrentarse mejor a nuestros hijos con la temática.
Lic. Brenda Martínez / lic_brenda@psicologosmonterrey.com.mx