¿CÓMO AYUDO A MI HIJA?
Primero que nada les agradezco tengan una opción como esta para poder preguntar y tener una guía/idea sobre qué hacer ante alguna situación, por otro lado no soy buena redactando así que espero me entiendan.
Tengo 4 hijos, a todos los quiero por igual sus edades van desde los 14, 8, 5 años y 9 meses, pero a la que necesito ayudar es a la de 8 años, ella es una niña a la que le gusta hacer amigos y muchos la quieren, le gusta muchísimo hacer ejercicio, es servicial, amable, dulce y cariñosa; lo que me preocupa en ella es algo que no ha mejorado (pero tampoco empeora) es un conjunto de detalles en varios rubros, y es lo que me lleva a la confusión de no saber con quién acudir.
Durante su primer ciclo escolar, tuvo una maestra un poco rara, no era gritona pero puedo decir que le faltaba mejorar su trato hacia los pequeños, de hecho la cambie de escuela le hice el comentario a su nueva maestra, ella se notaba mucho mejor, lo que si es que su habla no era muy buena, me dijeron en ese entonces que pudiera ser que le faltaba maduración y que cada niñ@ tiene su propio tiempo, de hecho yo tampoco me veía muy preocupada ya que dos de mis vecinas de su misma edad pasaban en ese entonces por la misma situación, de hecho practicamos ejercicios como el soplar con popote papelitos, hacer burbujas, untar chocolate alrededor de los labios y quitarle con la lengua, entre algunos otros. Para el tercer grado de kínder en lo anímico la notaba bien, pero no veía que despuntara en lo académico, es lenta para hacer las cosas, en primero y segundo la psicóloga de la escuela en su análisis dijo que no tenía nada, que es parte de su personalidad, pero a mí me dejo más intranquila.
Mi hija batalló mucho para aprender a leer, no habla bien, se come letras, por ejemplo, dice estogamo en lugar de estómago, ecucha en lugar de escucha, chaca-Menchaca, cuando le toca leer, se traba con las palabras, no retiene la lectura, no la comprende.
RESPUESTA
Buen día N.
Primeramente gracias por tu confianza al compartirnos esta situación.
Por lo que comentas es difícil considerar que la pronunciación de los fonemas (el cambiar algunas letras o la omisión de las mismas) y la dificultad en el área escolar sea parte de su personalidad, ya que ésta se va definiendo a los largo de los años y se termina de consolidar hasta los 22 o 25 años, por lo tanto en este momento no tiene una personalidad definida o consolidada; con lo que cuenta en este momento es con rasgos de carácter, rasgos de personalidad y el temperamento. En caso de ser así, que en la valoración que le hicieron aparecieran sus rasgos de personalidad se vería reflejado mayormente en su relación con los demás y no solo en su desempeño escolar o habla, sin embargo no sé qué tipo de valoración le realizaron o con que instrumentos, por lo tanto te recomiendo que tu hija pueda acudir a una valoración psicológica en la que se evalúen las siguientes áreas: cognitiva (proceso de pensamiento, nivel intelectual, etc.), emocional (cómo se siente en este momento y la forma en la que expresa sus sentimientos), maduracional (para ver si va acorde a la etapa esperada y ver si hay algún aspecto orgánico que influya en esto), autoconcepto (forma en la que se percibe a sí misma) y percepción del entorno (familiar, social, etc.), esto para poder definir el origen y con él, el tipo de ayuda que requiere tu hija.
En Psipre realizamos evaluaciones infantiles, las cuales constan de 6 sesiones en las que se recaba información con los padres en 3 sesiones y con el niño (a) en otras 3 sesiones, evaluando todas las áreas antes mencionadas. Al final se realiza una sesión de resultados
Espero que nuestra respuesta haya sido de ayuda. Para mayores informes puedes comunicarte con nosotros al Tel: 83420000.
Lic. Ana Beatriz Banda
Psicoterapeuta de Psipre S.C.
![Pinocho de Guillermo del Toro: Des-obediencia e Im-perfección Foto de Netflix - © 2022 Netflix, Inc. Imagen recuperada del portal de IMDB. La desobediencia, obediencia, perfección e imperfección giran alrededor de esta historia contada por Guillermo del Toro, una versión del clásico cuento infantil de la marioneta con vida creada por Geppetto, un zapatero que vive en un pueblo italiano en medio de la guerra fascista. Esta marioneta llamada Pinocho cobra vida con las palabras de un guardián mágico, que aparece como El Genio de Aladdin para concederle un deseo a Geppeto; la compañía y el amor de un hijo. Geppeto ha perdido a su nieto, Carlo, en un trágico accidente en medio de un bombardeo. En el fondo quiere que Pinocho sea como Carlo, un niño cariñoso, curioso y obediente, perfecto; así como él era un padre igual de perfecto en el pasado, que cantaba por las noches, jugaba y era querido por su comunidad. Esto cambia cuando Carlo muere, Geppeto deja de trabajar, comienza a beber y alejarse de los otros, ahora pasa a ser otro borracho del pueblo, abatido por el dolor de la pérdida, señalado como un loco perverso (exageradamente) por haber creado a Pinocho. Pinocho es un ser curioso que vorazmente quiere entender el mundo, se tropieza y camina alegre, cantando, jugando y divirtiéndose. De su nariz crecen ramas que se hacen más grandes cada vez que dice una mentira, los demás le ordenan que obedezca aunque apenas está aprendiendo qué es obedecer y qué es una mentira. ¿Por qué desear que Pinocho nazca obedeciendo? Para que así sea perfecto, porque los niños obedecen a los adultos, y éstos a su vez obedecen con mayor naturalidad, a lo que yo agregaría: porque están más inmersos en la cultura, lo que los detiene de hacer cosas que no están bien vistas por los demás. En mi consulta, y seguramente en la de muchos colegas que reciben pacientes infantiles, he escuchado a padres que no logran que sus hijos los obedezcan, hacen más caso a otras personas que los rodean, o solo a uno de ellos. Ante el desplegamiento de estos escenarios pregunto por qué piensan que esto es así, a lo que responden que quizás sea porque no pasan mucho tiempo con ellos por su trabajo, que el otro los consiente en todo y respetan más al que cumple todos sus deseos; todas estas respuestas responden fácilmente a esta pregunta, aunque hay algo más, aquello que corresponde al deseo de ser padres y la autoridad que éstos se dan a sí mismos para ejercer las funciones de la paternidad. Algunos con timidez confiesan que temen frustrarlos para evitar ser juzgados por otros padres, que les cuesta poner límites porque quieren ver a sus hijos cien por cierto felices. Sin embargo no hay que perder de vista que como cuidadores su responsabilidad es tomar decisiones por ellos, recordando que no se van a traumatizar porque no consiguen lo que quieren, ellos necesitan aprender a tolerar la frustración porque afuera no habrá alguien que los complazca completamente. Joseph Knobel Freud en su Libro: Los retos de ser padres, nos recuerda que los límites evitan que los niños terminen perdidos en el país del nunca jamás, como Peter Pan, sin nadie que los mire y sostenga. Por otro lado, un peculiar escritor intelectual busca escribir en papel sus memorias de vida, y termina narrando la vida de Pinocho. Somos testigos de sus tropiezos, sus intentos fallidos de que otros lo escuchen, de ser como un guía espiritual para los demás, con la intención de que tomen buenas decisiones; está ahí para recalcar la desobediencia, pero no solo eso. Este famoso personaje del que hablo es, como seguro ya adivinaron, el sabio Sebastian Cricket, o conocido por muchos como Pepe Grillo. En un video para Netflix destaca un aspecto muy valioso de la madera con la que es diseñada Pinocho. Es una madera que no es perfecta, y la vida tampoco lo es; uno puede meter un poco la pata, o varias patas, pero damos lo mejor de nosotros mismos y eso es lo mejor que podemos hacer. Esta marioneta con vidas de gato, Pinocho, se pregunta cosas muy interesantes, entre ellas: ¿por qué la guerra? La guerra es dolor, separación, rutina, muerte. Las escenas de los niños ejercitándose para la guerra, o más bien esclavisándose, en la época fascista, rodeados de bombas que acabaran con sus vidas; fueron impresionantes para mí, y me hacen pensar en las palabras dichas por Guillermo del Toro en una entrevista: “La animación puede contar cualquier historia, lo raro, lo siniestro, lo terrible”. En momentos la furia y el enojo se muestran como algo casi malévolo, Geppeto en una escena corta la madera enfurecido y Volpe, el vicioso malvado que maltrata a Pinocho y Spazzatura, quiere quemarlo vivo. Recordando que esta historia sucede en la época fascista, se nos muestra una competencia entre dos equipos rivales con Pinocho y Candlewick (hijo del Podestà, que cuida el bienestar moral del pueblo) como líderes, quienes se esfuerzan por ser amados por sus padres. El “juego” termina con un abrazo tierno entre dos amigos que declaran un empate, no quieren hacerse daño, a la que podríamos darle la lectura de la renuncia de Candlewick a los deseos de su padre (quien piensa que es un cobarde) desde la desobediencia, negándose a matar a Pinocho, diciendo: ”Toda mi vida traté de complacerte, pero nunca lo haré. Tenías razón, soy delgado, débil, frágil como la mecha de una vela [wick of a candle, como su nombre], siempre con miedo. Pero con todo el miedo que tengo, ahora voy a decirte que no. No me da miedo decirte que no”. El mensaje está ahí: No hay uno mejor que el otro, para los dos hay lugar, ambos pueden ganar. Los sentimientos entre los hombres ejercen un efecto contrario a la guerra; la amistad y la unión son el enemigo de la destrucción total, en palabras del padre del Psicoanálisis (Sigmund Freud). Al final de la película Pinocho salva a Geppetto, el grillo y Spazzatura de morir ahogados, perdiendo un brazo y su propia vida, aunque el noble grillo (como lo llama la guardiana) pide como deseo que vuelva. Geppetto confiesa mientras sostiene en brazos a Pinocho que trataba de convertirlo en alguien que no es, le pide que no sea Carlo, que sea justo como es él, que así lo ama; a lo que él responde: “Entonces seré Pinocho”. No tenemos que cambiar para ser amados, algunos nos amarán y aceptarán tal como somos, imperfectos. La gran salvación que tenemos es abrazar nuestras imperfecciones, esa es la tierna lectura que le da Guillermo del Toro. La rigidez y la perfección llevan a un solo destino: la destrucción, el fascismo. Las salvaciones van más allá del sacrificio amoroso. Pinocho salva al Grillo (de sus vanidades), a Geppeto (de su duelo) y Spazzatura (de su amo), pero no haciéndolo él, si no permitiendo con su ejemplo que ellos mismos se liberen. Esto es un verdadero héroe en una historia, en palabras de Héctor Mendoza Cuevas, cinéfilo mexicano. Por último, responderé a la tan repetitiva pregunta de si esta es o no es una película para niños con palabras del propio Guillermo: "No es una película para niños, pero los niños la pueden ver siempre y cuando tengan padres que hablen con ellos". Referencias bibliográficas: Freud, Sigmund, Obras Completas, Ed. Amorrortu, Argentina, 1991, 24 T. ¿Por qué la Guerra?, (1933 [1932]), T. XXII. Psipre. (14 de diciembre de 2022). Pinocho: Padres e hijos imperfectos. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=3EOUTh6KKX8&t=2874s Sopitas. (8 de diciembre de 2022). Entrevista con Guillermo del Toro l Su versión sobre Pinocchio, una de las mejores películas del año. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=tK34eayf04w Fuera de foco. (8 de diciembre de 2022). GUILLERMO DEL TORO: ¿Qué se puede hacer por la ANIMACIÓN en MÉXICO I ENTREVISTA /. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=I_2Ff57Ikc4 Knobel Freud, J. (2019). El reto de ser padres. Paidós.](https://psicologosmonterrey.com.mx/wp-content/uploads/2024/10/IMG-20241009-WA0011.jpg)






