¿Cómo amueblarle la cabeza a mis hijos?
Me encanta la expresión “ tienes la cabeza muy bien amueblada” se refiere a que das la impresión de que sabes como gestionar tus cosas a nivel emocional.
Te quedaste sin trabajo y estás hecho polvo, sabemos cómo psicólogos, en especial desde el enfoque psicoanalítico que el duelo implica muchas cosas a parte del solo hecho de perder un puesto de trabajo y salario. Por ejemplo involucra también una posición de estabilidad tanto económica como emocional, una imagen de éxito perdida ante los demás y que repercute directamente en el autoestima, quizás la perdida de una posición proveedora a nivel familiar, infinitos ejemplos que por supuesto dependen de cada caso y su contexto en particular. Ante esto tu mejor amiga te dice, no te preocupes saldrás de esto “tienes la cabeza muy bien amueblada”.
¿Cómo podemos colaborar para que nuestros hijos puedan tener una cabeza bien amueblada?
Como padres solemos proveer a nuestros hijos de todo lo que les haga falta: Ropa, alimento, estudios, diversión, amor, limites, seguridad, apoyo etc. y agrego a la lista la importancia de enseñarles a gestionar sus propias emociones, eso sin duda también es nuestra responsabilidad y si lo hacemos dotaremos a nuestros hijos de una herramienta básica para su futura felicidad. Ya que cuanto más las reconozcamos menos frustración experimentaran ellos y nosotros.
Si, resulta complicado enseñar a nuestros hijos a ser conscientes de sus propios sentimientos y emociones, pero hay un paso básico y para mi punto de vista el más importante para poder transmitir a nuestros hijos una conciencia emocional y es todo lo que concierne al cómo soy.
Como bien sabemos que el ejemplo es indispensable a la hora de enseñar. Si como padres no somos capaces de reconocer nuestras propias emociones, muy complicado será enseñar a nuestros hijos a que sus enfados, rabietas o momentos de frustración pueden ser fáciles de gestionar y controlar.
¿Cómo saber si como padre reconozco mis propias emociones? ¿Cómo saber si como padre tengo amueblada la cabeza?
No basta el sufrir en silencio cuando algo nos agobia, no basta el saber que el tiempo nos traerá mejores momentos en donde estemos menos agobiados o emocionalmente menos afectados, no basta una visita al fisioterapeuta para que me quite la contractura perpetua de la espalda, no bastan unos días de relax en un hotel o despejarnos 3 horas en el gimnasio para soltar la tensión, ¡ojo! no digo que hacer actividades de este tipo no ayuden, pero muchas veces esto funciona como un parche que lo único que hace es justamente no permitirnos parar para pensarnos y sentirnos a nosotros mismos. Pues para poder saber si tengo la cabeza bien amueblada es necesario parar, pensarnos, sentirnos y hablar.
Sin verbalizar nuestras emociones nunca podremos enseñar a nuestros hijos a que ellos lo hagan.
Si eres capaz de poner en palabras lo que sientes, entonces estas reconociendo tus emociones, sentir cosas que nos ponen tristes, enfadados, angustiados, temerosos no nos hace ni mejores ni peores padres o personas. Todos en la vida tenemos algún momento de dificultad, debilidad, pero si lo sabes y lo entiendes tú como padre, lo sabrá tu hijo.
Hablar en el día a día de cómo nos sentimos es el inicio de esta larga educación emocional.
Que dentro de tu vocabulario cotidiano se encuentre él ¿y tú, cómo te sientes?, estoy enfadado, estoy triste, me siento contento etc. Nuestros hijos reconocerán todas estas emociones desde pequeños.
Y cuando son muy pequeños nuestra labor es la de traducirle cuales son las cosas que va sintiendo a lo largo de su infancia hasta que el sea capaz de reconocerlo y reconocerse por sí mismo.
Te invito a invertir tiempo en una reflexión profunda sobre lo que sueles sentir ya que siempre será el camino correcto. Cuanto más conozcas sobre ti, más entenderás a tus hijos y ellos aprenderán esto de ti, ¡lo van a heredar!
Si tu tienes amueblada la cabeza, comparte esos muebles para la casa de tu hijo.
Y si crees que tu cabeza no esta bien amueblada, siempre puedes acudir a un psicólogo que te ayude a montar tus propios muebles, la buena noticia es que en muchos casos contamos con la materia prima para poder hacerlo.
Mayra Palacios. Psicóloga Consultora
psicoanalítica NºCol. ANO916
Psipre Cádiz.
Calle Alonso Cano,8 2ºa. 11010 Cádiz.
psipre@cadiz.com 670640589
![Pinocho de Guillermo del Toro: Des-obediencia e Im-perfección Foto de Netflix - © 2022 Netflix, Inc. Imagen recuperada del portal de IMDB. La desobediencia, obediencia, perfección e imperfección giran alrededor de esta historia contada por Guillermo del Toro, una versión del clásico cuento infantil de la marioneta con vida creada por Geppetto, un zapatero que vive en un pueblo italiano en medio de la guerra fascista. Esta marioneta llamada Pinocho cobra vida con las palabras de un guardián mágico, que aparece como El Genio de Aladdin para concederle un deseo a Geppeto; la compañía y el amor de un hijo. Geppeto ha perdido a su nieto, Carlo, en un trágico accidente en medio de un bombardeo. En el fondo quiere que Pinocho sea como Carlo, un niño cariñoso, curioso y obediente, perfecto; así como él era un padre igual de perfecto en el pasado, que cantaba por las noches, jugaba y era querido por su comunidad. Esto cambia cuando Carlo muere, Geppeto deja de trabajar, comienza a beber y alejarse de los otros, ahora pasa a ser otro borracho del pueblo, abatido por el dolor de la pérdida, señalado como un loco perverso (exageradamente) por haber creado a Pinocho. Pinocho es un ser curioso que vorazmente quiere entender el mundo, se tropieza y camina alegre, cantando, jugando y divirtiéndose. De su nariz crecen ramas que se hacen más grandes cada vez que dice una mentira, los demás le ordenan que obedezca aunque apenas está aprendiendo qué es obedecer y qué es una mentira. ¿Por qué desear que Pinocho nazca obedeciendo? Para que así sea perfecto, porque los niños obedecen a los adultos, y éstos a su vez obedecen con mayor naturalidad, a lo que yo agregaría: porque están más inmersos en la cultura, lo que los detiene de hacer cosas que no están bien vistas por los demás. En mi consulta, y seguramente en la de muchos colegas que reciben pacientes infantiles, he escuchado a padres que no logran que sus hijos los obedezcan, hacen más caso a otras personas que los rodean, o solo a uno de ellos. Ante el desplegamiento de estos escenarios pregunto por qué piensan que esto es así, a lo que responden que quizás sea porque no pasan mucho tiempo con ellos por su trabajo, que el otro los consiente en todo y respetan más al que cumple todos sus deseos; todas estas respuestas responden fácilmente a esta pregunta, aunque hay algo más, aquello que corresponde al deseo de ser padres y la autoridad que éstos se dan a sí mismos para ejercer las funciones de la paternidad. Algunos con timidez confiesan que temen frustrarlos para evitar ser juzgados por otros padres, que les cuesta poner límites porque quieren ver a sus hijos cien por cierto felices. Sin embargo no hay que perder de vista que como cuidadores su responsabilidad es tomar decisiones por ellos, recordando que no se van a traumatizar porque no consiguen lo que quieren, ellos necesitan aprender a tolerar la frustración porque afuera no habrá alguien que los complazca completamente. Joseph Knobel Freud en su Libro: Los retos de ser padres, nos recuerda que los límites evitan que los niños terminen perdidos en el país del nunca jamás, como Peter Pan, sin nadie que los mire y sostenga. Por otro lado, un peculiar escritor intelectual busca escribir en papel sus memorias de vida, y termina narrando la vida de Pinocho. Somos testigos de sus tropiezos, sus intentos fallidos de que otros lo escuchen, de ser como un guía espiritual para los demás, con la intención de que tomen buenas decisiones; está ahí para recalcar la desobediencia, pero no solo eso. Este famoso personaje del que hablo es, como seguro ya adivinaron, el sabio Sebastian Cricket, o conocido por muchos como Pepe Grillo. En un video para Netflix destaca un aspecto muy valioso de la madera con la que es diseñada Pinocho. Es una madera que no es perfecta, y la vida tampoco lo es; uno puede meter un poco la pata, o varias patas, pero damos lo mejor de nosotros mismos y eso es lo mejor que podemos hacer. Esta marioneta con vidas de gato, Pinocho, se pregunta cosas muy interesantes, entre ellas: ¿por qué la guerra? La guerra es dolor, separación, rutina, muerte. Las escenas de los niños ejercitándose para la guerra, o más bien esclavisándose, en la época fascista, rodeados de bombas que acabaran con sus vidas; fueron impresionantes para mí, y me hacen pensar en las palabras dichas por Guillermo del Toro en una entrevista: “La animación puede contar cualquier historia, lo raro, lo siniestro, lo terrible”. En momentos la furia y el enojo se muestran como algo casi malévolo, Geppeto en una escena corta la madera enfurecido y Volpe, el vicioso malvado que maltrata a Pinocho y Spazzatura, quiere quemarlo vivo. Recordando que esta historia sucede en la época fascista, se nos muestra una competencia entre dos equipos rivales con Pinocho y Candlewick (hijo del Podestà, que cuida el bienestar moral del pueblo) como líderes, quienes se esfuerzan por ser amados por sus padres. El “juego” termina con un abrazo tierno entre dos amigos que declaran un empate, no quieren hacerse daño, a la que podríamos darle la lectura de la renuncia de Candlewick a los deseos de su padre (quien piensa que es un cobarde) desde la desobediencia, negándose a matar a Pinocho, diciendo: ”Toda mi vida traté de complacerte, pero nunca lo haré. Tenías razón, soy delgado, débil, frágil como la mecha de una vela [wick of a candle, como su nombre], siempre con miedo. Pero con todo el miedo que tengo, ahora voy a decirte que no. No me da miedo decirte que no”. El mensaje está ahí: No hay uno mejor que el otro, para los dos hay lugar, ambos pueden ganar. Los sentimientos entre los hombres ejercen un efecto contrario a la guerra; la amistad y la unión son el enemigo de la destrucción total, en palabras del padre del Psicoanálisis (Sigmund Freud). Al final de la película Pinocho salva a Geppetto, el grillo y Spazzatura de morir ahogados, perdiendo un brazo y su propia vida, aunque el noble grillo (como lo llama la guardiana) pide como deseo que vuelva. Geppetto confiesa mientras sostiene en brazos a Pinocho que trataba de convertirlo en alguien que no es, le pide que no sea Carlo, que sea justo como es él, que así lo ama; a lo que él responde: “Entonces seré Pinocho”. No tenemos que cambiar para ser amados, algunos nos amarán y aceptarán tal como somos, imperfectos. La gran salvación que tenemos es abrazar nuestras imperfecciones, esa es la tierna lectura que le da Guillermo del Toro. La rigidez y la perfección llevan a un solo destino: la destrucción, el fascismo. Las salvaciones van más allá del sacrificio amoroso. Pinocho salva al Grillo (de sus vanidades), a Geppeto (de su duelo) y Spazzatura (de su amo), pero no haciéndolo él, si no permitiendo con su ejemplo que ellos mismos se liberen. Esto es un verdadero héroe en una historia, en palabras de Héctor Mendoza Cuevas, cinéfilo mexicano. Por último, responderé a la tan repetitiva pregunta de si esta es o no es una película para niños con palabras del propio Guillermo: "No es una película para niños, pero los niños la pueden ver siempre y cuando tengan padres que hablen con ellos". Referencias bibliográficas: Freud, Sigmund, Obras Completas, Ed. Amorrortu, Argentina, 1991, 24 T. ¿Por qué la Guerra?, (1933 [1932]), T. XXII. Psipre. (14 de diciembre de 2022). Pinocho: Padres e hijos imperfectos. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=3EOUTh6KKX8&t=2874s Sopitas. (8 de diciembre de 2022). Entrevista con Guillermo del Toro l Su versión sobre Pinocchio, una de las mejores películas del año. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=tK34eayf04w Fuera de foco. (8 de diciembre de 2022). GUILLERMO DEL TORO: ¿Qué se puede hacer por la ANIMACIÓN en MÉXICO I ENTREVISTA /. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=I_2Ff57Ikc4 Knobel Freud, J. (2019). El reto de ser padres. Paidós.](https://psicologosmonterrey.com.mx/wp-content/uploads/2024/10/IMG-20241009-WA0011.jpg)






