Artículo de la Lic. Brenda Martínez donde aborda las consecuencias de ceder en nuestra relación de pareja.

¿Ceder con mi pareja?

En toda relación humana, como factor implícito, existen desacuerdos, puesto que estamos “plagados” de deseos, conocimientos, gustos y miedos, que nos hacen distintos el uno del otro; por lo tanto, en las relaciones de pareja éste factor también es inherente y es una de los motivos más frecuentes por lo que las parejas empiezan a vivenciar conflictos.

 

Dentro de la consulta de pareja se presentan en repetidas ocasiones estos casos, donde ya no son sólo desacuerdos, ahora son conflictos desencadenados por esas diferencias. Generalmente son notados por las parejas cuando comienzan a vivir juntos, pues, cuando la convivencia se hace más cercana y rutinaria se vuelve imposible pasar por alto aquellos detalles que antes se toleraba. Situaciones tan simples como no tapar correctamente la pasta dental, hasta quién es el encargado de cocinar, se vuelven desencadenantes de fuertes discusiones.

 

Una de las vías que suele tomar alguno de los integrantes de la relación es ceder, aceptando situaciones que, aunque no esté de acuerdo, son llevadas a cabo a regañadientes con el deseo de no crear problemas… causando justamente lo contrario: no se resuelve el conflicto sino que de cierta forma se perpetúa. Así la pareja se ve ignorándolos en el momento y retomándolos en discusiones, cual arma secreta para ganar al oponente.

 

Antes de pensar en ceder, habrá que:

  • Definir las situaciones en las cuales hay desacuerdos.
  • Asignar roles dentro del hogar (¿quién? Y ¿por qué?).
  • Repartir las tareas y deberes.
  • Comunicar diferencias.

 

Llevando a cabo estas recomendaciones será mucho más fácil llegar a convenios, aminorando las situaciones conflictivas cotidianas y encontrando nuevos caminos para disfrutar de la vida en pareja, sin rendiciones ni confrontaciones.

 

Lic. Brenda Martínez

lic_brenda@psicologosmonterrey.com.mx

 

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