TU HISTORIA: Me preocupan mis hijos
Describe a tu familia
Papá 52, muy estricto, responsable, mamá 50, hermanos,34, 27 y 24 y yo 35 soy la mayor, me llevo mejor con L y la más distante es S ya que le llevo 11 años y además dejo a sus dos hijas y como no le gusta que le digan nada y no estoy de acuerdo con ella así que prefiero no verla, en cuanto a mi hermana R tenemos diferentes puntos de vista en cuanto a la educación de los niños y prefiere no hablar conmigo.
¿Qué sabes de ti antes de nacer?
Bueno, sé que mis padres estaban separados y cuando yo nací me registró mi abuelita materna, a los 9 meses de nacida mis padres se vuelven a juntar y al año de nacida me llevan con ellos y me cambian el nombre.
al parecer no era lo mejor pero mi mamá dice que no quiso darme otro padre por eso prefirió juntarse otra vez con el mío.
Describe tu infancia
Fueron tristes, yo solamente recuerdo muchos pleitos entre mis padres, muchos golpes en ese tiempo tenía mucho miedo, ahora sé que fue porque mis padres tenían mucha falta de comunicación, confianza y yo creo que también de amor, por mi parte, el resentimiento que tenía lo pude superar ya no me hace daño y he aprendido que si uno sufre es porque así quiere estar.
Describe tu adolescencia
Mi relación con mis padres era muy mala, no había nada de comunicación y además a los 12 años mi papa abusó de mí… era muy callada pero con mucho coraje y con mucho miedo, siempre huyendo para no quedarme sola con él, en ese tiempo siempre me decía que yo iba a estudiar para poder irme de esa casa, como comprenderán a mi madre no le dije nada por miedo pero luego me di cuenta de otra cosa…. a los 14 años me enviaron a un internado para niñas rebeldes y la verdad yo no era así pero a mis padres les llegó un rumor de donde yo trabaja ya que a los 14 años yo trabajaba para poder estudiar porque mi papá no quería darme ni la secundaria y en lugar de preguntarme pues solamente me llevaron ahí aunque para ser sincera fueron los 2 mejores años que había pasado hasta entonces. Si estudié prepa, comercio y terminé y seguí trabajando, a los 17 años me fui de casa de mis padres y comencé mi vida independiente. Ahora puedo saludar a mi padre y preocuparme cuando está enfermo, lo perdoné gracias a Dios ya que me estaba haciendo daño yo sola con todo ese rencor.
Describe tu juventud
a los 20 años saqué mi casa y seguí estudiando y trabajando, estaba consiguiendo todo lo que quería con mucho esfuerzo pero me gustaba mi vida, me enamoré pero no me case con él, a los 22 años conocí al que me daría lo mejor que tengo…mi hijo, me dejó en cuanto supo que estaba embarazada y bueno pues a seguir adelante, ahora tenía un motivo por el cual luchar y no dejarme vencer, a mi hijo lo tuve a los 23 y en el año nuevo del 2000 que mi niño tenía 7 meses me quede con mis padres y mi papa intento nuevamente abusar de mi, casi lo mato con un golpe que se dio al aventarlo contra un tubo.. Me di cuenta de que mi madre siempre supo lo que pasó en ese momento no entendía como una madre permite que le hagan daño a su hijo sin meter las manos y luego sobre todo que me echaron la culpa a mí y mi hermana. R dijo que yo estaba loca que necesitaba un psiquiatra (ellas nunca supieron que estuve en terapia durante mucho tiempo) creo que es algo que nunca voy a entender y al parecer mi madre hace como que nunca pasó nada, no hemos vuelto hablar del tema.. Siempre estoy al pendiente de ella.
Describe tu adultez
A los 26 años me casé con alguien que creía que era lo mejor pero resultó ser un mediocre, dejo de trabajar inmediatamente que nos casamos y a los 5 meses me separé porque se atrevió a golpearme y yo no quería eso ni para mi mucho menos para mi hijo, me divorcié al año siguiente y así estuve muy bien con mi hijo solamente. en dic. 2005 me diagnosticaron VIH yo con 30 años y mi hijo de 7 sentí que mi mundo se venía abajo pero una vez más dije que iba a ser fuerte y que seguiría adelante, en el 06 conocí a M (divorciado 2 años antes y con 3 hijos a su cargo) los niños de 5, 8 y 10 años, decidimos vivir juntos para formar una familia y ayudar a los niños de el y que el mío tuviera una figura paterna, mi niño obviamente lo sintió mucho y lo estuve llevando a terapias, su ex aparece 1 año después de que nos juntamos y empiezan los problemas los superamos y el año pasado nos casamos pero también tuve problema con la niña mas grande, los niños se van y ahora solamente estamos mi hijo mi marido y yo, las cosas van muy bien pero me preocupan los niños…
¿Cuál es su situación actual?
Bueno mi marido acostumbrándose a no estar con sus hijos, los dos niños menores de mi marido de 10 y de 13 nos visitan cada 15 días, vamos por ellos el sábado y los vamos a dejar el domingo, mi hijo de 12 años bien pero si me dice que se aburre mucho solo, la relación entre mi marido y yo va mejorando cada día, claro que tenemos nuestras diferencias pero tenemos mucha comunicación.
¿Algún sufrimiento que quisiera compartir?
Me preocupan los niños, a los de mi marido los dejó su mamá siendo muy chiquitos la niña tenía 3 y el niño 5 y la mayor 7, luego viven conmigo y después de 5 años tienen que regresar con ella, al niño yo lo veo muy confundido muy triste, no habla pero me he dado cuenta de que hace cosas como romperle los zapatos a mi hijo con tijeras, esconderle cosas igual que a mí, casi no habla y si le pregunto qué quiere o que le gustaría me dice «no se» antes se reía y jugaba y ahora no, mi niño se ha vuelto un poco agresivo, se que están en una edad muy difícil pero quisiera que me dieran un consejo para poder ayudarlo, yo sigo trabajando y no estoy en casa en todo el día.
RESPUESTA
Gracias por confiar en nosotros al contarnos tu historia, sé que debe ser difícil pedir ayuda.
Creo que están viviendo en un proceso de muchos cambios, y es normal que los niños actúen de esta manera. Que sea normal no significa que no haya que hacerle caso, justamente ahora es el momento en donde hay que ofrecerle apoyo para que puedan sobrepasar esto y aprender de ello.
Además, creo que es realmente importante que puedas tener tú también un espacio donde puedas hablar de qué significan todos esos cambios para ti. Además de los momentos difíciles que has vivido. Claro, eso en el caso que el proceso terapéutico que hayas llevado no te haya sido suficiente.
Yo te recomiendo ampliamente un terapia infantil, donde por medio de terapia de juego puedan los niños hablar de lo que sienten. Y también recibir ustedes como padres.
Espero mi respuesta te haya servido.
Atentamente.
Lic. Florencia Bevilacqua
![Pinocho de Guillermo del Toro: Des-obediencia e Im-perfección Foto de Netflix - © 2022 Netflix, Inc. Imagen recuperada del portal de IMDB. La desobediencia, obediencia, perfección e imperfección giran alrededor de esta historia contada por Guillermo del Toro, una versión del clásico cuento infantil de la marioneta con vida creada por Geppetto, un zapatero que vive en un pueblo italiano en medio de la guerra fascista. Esta marioneta llamada Pinocho cobra vida con las palabras de un guardián mágico, que aparece como El Genio de Aladdin para concederle un deseo a Geppeto; la compañía y el amor de un hijo. Geppeto ha perdido a su nieto, Carlo, en un trágico accidente en medio de un bombardeo. En el fondo quiere que Pinocho sea como Carlo, un niño cariñoso, curioso y obediente, perfecto; así como él era un padre igual de perfecto en el pasado, que cantaba por las noches, jugaba y era querido por su comunidad. Esto cambia cuando Carlo muere, Geppeto deja de trabajar, comienza a beber y alejarse de los otros, ahora pasa a ser otro borracho del pueblo, abatido por el dolor de la pérdida, señalado como un loco perverso (exageradamente) por haber creado a Pinocho. Pinocho es un ser curioso que vorazmente quiere entender el mundo, se tropieza y camina alegre, cantando, jugando y divirtiéndose. De su nariz crecen ramas que se hacen más grandes cada vez que dice una mentira, los demás le ordenan que obedezca aunque apenas está aprendiendo qué es obedecer y qué es una mentira. ¿Por qué desear que Pinocho nazca obedeciendo? Para que así sea perfecto, porque los niños obedecen a los adultos, y éstos a su vez obedecen con mayor naturalidad, a lo que yo agregaría: porque están más inmersos en la cultura, lo que los detiene de hacer cosas que no están bien vistas por los demás. En mi consulta, y seguramente en la de muchos colegas que reciben pacientes infantiles, he escuchado a padres que no logran que sus hijos los obedezcan, hacen más caso a otras personas que los rodean, o solo a uno de ellos. Ante el desplegamiento de estos escenarios pregunto por qué piensan que esto es así, a lo que responden que quizás sea porque no pasan mucho tiempo con ellos por su trabajo, que el otro los consiente en todo y respetan más al que cumple todos sus deseos; todas estas respuestas responden fácilmente a esta pregunta, aunque hay algo más, aquello que corresponde al deseo de ser padres y la autoridad que éstos se dan a sí mismos para ejercer las funciones de la paternidad. Algunos con timidez confiesan que temen frustrarlos para evitar ser juzgados por otros padres, que les cuesta poner límites porque quieren ver a sus hijos cien por cierto felices. Sin embargo no hay que perder de vista que como cuidadores su responsabilidad es tomar decisiones por ellos, recordando que no se van a traumatizar porque no consiguen lo que quieren, ellos necesitan aprender a tolerar la frustración porque afuera no habrá alguien que los complazca completamente. Joseph Knobel Freud en su Libro: Los retos de ser padres, nos recuerda que los límites evitan que los niños terminen perdidos en el país del nunca jamás, como Peter Pan, sin nadie que los mire y sostenga. Por otro lado, un peculiar escritor intelectual busca escribir en papel sus memorias de vida, y termina narrando la vida de Pinocho. Somos testigos de sus tropiezos, sus intentos fallidos de que otros lo escuchen, de ser como un guía espiritual para los demás, con la intención de que tomen buenas decisiones; está ahí para recalcar la desobediencia, pero no solo eso. Este famoso personaje del que hablo es, como seguro ya adivinaron, el sabio Sebastian Cricket, o conocido por muchos como Pepe Grillo. En un video para Netflix destaca un aspecto muy valioso de la madera con la que es diseñada Pinocho. Es una madera que no es perfecta, y la vida tampoco lo es; uno puede meter un poco la pata, o varias patas, pero damos lo mejor de nosotros mismos y eso es lo mejor que podemos hacer. Esta marioneta con vidas de gato, Pinocho, se pregunta cosas muy interesantes, entre ellas: ¿por qué la guerra? La guerra es dolor, separación, rutina, muerte. Las escenas de los niños ejercitándose para la guerra, o más bien esclavisándose, en la época fascista, rodeados de bombas que acabaran con sus vidas; fueron impresionantes para mí, y me hacen pensar en las palabras dichas por Guillermo del Toro en una entrevista: “La animación puede contar cualquier historia, lo raro, lo siniestro, lo terrible”. En momentos la furia y el enojo se muestran como algo casi malévolo, Geppeto en una escena corta la madera enfurecido y Volpe, el vicioso malvado que maltrata a Pinocho y Spazzatura, quiere quemarlo vivo. Recordando que esta historia sucede en la época fascista, se nos muestra una competencia entre dos equipos rivales con Pinocho y Candlewick (hijo del Podestà, que cuida el bienestar moral del pueblo) como líderes, quienes se esfuerzan por ser amados por sus padres. El “juego” termina con un abrazo tierno entre dos amigos que declaran un empate, no quieren hacerse daño, a la que podríamos darle la lectura de la renuncia de Candlewick a los deseos de su padre (quien piensa que es un cobarde) desde la desobediencia, negándose a matar a Pinocho, diciendo: ”Toda mi vida traté de complacerte, pero nunca lo haré. Tenías razón, soy delgado, débil, frágil como la mecha de una vela [wick of a candle, como su nombre], siempre con miedo. Pero con todo el miedo que tengo, ahora voy a decirte que no. No me da miedo decirte que no”. El mensaje está ahí: No hay uno mejor que el otro, para los dos hay lugar, ambos pueden ganar. Los sentimientos entre los hombres ejercen un efecto contrario a la guerra; la amistad y la unión son el enemigo de la destrucción total, en palabras del padre del Psicoanálisis (Sigmund Freud). Al final de la película Pinocho salva a Geppetto, el grillo y Spazzatura de morir ahogados, perdiendo un brazo y su propia vida, aunque el noble grillo (como lo llama la guardiana) pide como deseo que vuelva. Geppetto confiesa mientras sostiene en brazos a Pinocho que trataba de convertirlo en alguien que no es, le pide que no sea Carlo, que sea justo como es él, que así lo ama; a lo que él responde: “Entonces seré Pinocho”. No tenemos que cambiar para ser amados, algunos nos amarán y aceptarán tal como somos, imperfectos. La gran salvación que tenemos es abrazar nuestras imperfecciones, esa es la tierna lectura que le da Guillermo del Toro. La rigidez y la perfección llevan a un solo destino: la destrucción, el fascismo. Las salvaciones van más allá del sacrificio amoroso. Pinocho salva al Grillo (de sus vanidades), a Geppeto (de su duelo) y Spazzatura (de su amo), pero no haciéndolo él, si no permitiendo con su ejemplo que ellos mismos se liberen. Esto es un verdadero héroe en una historia, en palabras de Héctor Mendoza Cuevas, cinéfilo mexicano. Por último, responderé a la tan repetitiva pregunta de si esta es o no es una película para niños con palabras del propio Guillermo: "No es una película para niños, pero los niños la pueden ver siempre y cuando tengan padres que hablen con ellos". Referencias bibliográficas: Freud, Sigmund, Obras Completas, Ed. Amorrortu, Argentina, 1991, 24 T. ¿Por qué la Guerra?, (1933 [1932]), T. XXII. Psipre. (14 de diciembre de 2022). Pinocho: Padres e hijos imperfectos. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=3EOUTh6KKX8&t=2874s Sopitas. (8 de diciembre de 2022). Entrevista con Guillermo del Toro l Su versión sobre Pinocchio, una de las mejores películas del año. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=tK34eayf04w Fuera de foco. (8 de diciembre de 2022). GUILLERMO DEL TORO: ¿Qué se puede hacer por la ANIMACIÓN en MÉXICO I ENTREVISTA /. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=I_2Ff57Ikc4 Knobel Freud, J. (2019). El reto de ser padres. Paidós.](https://psicologosmonterrey.com.mx/wp-content/uploads/2024/10/IMG-20241009-WA0011.jpg)






