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Los que fracasan al triunfar

Los que fracasan al triunfar

Freud, el padre del Psicoanálisis, describió diferentes tipos de carácter, y dio una clasificación de personalidad a la cual llamó “los  que fracasan al triunfar”. Un grupo de personas que misteriosamente, cuando alcanzaban aquello tan deseado, tan luchado, fracasaban de alguna manera.

La descripción hecha de estas personas de 1916, claramente se sigue viendo ahora, en año 2013. Y muy probablemente a varios les ha pasado que al momento de lograr algo esperado a nivel personal, académico o laboral, por alguna razón, actúan de maneras extrañas, casi autómatas hacia el tan temido fracaso.

Recuerdo una anécdota de un allegado quien había deseado por mucho tiempo viajar a una ciudad de Estados Unidos, uno de sus sueños; había trabajado tanto para esto, que cuando lo logra, quienes lo rodeaban estaban al pendiente del viaje. Llegado el día de ir al aeropuerto, tan sólo una hora antes de salir, comienza a manifestar síntomas físicos, de fuertes dolores abdominales y vómitos, los cuales terminaron en una intervención quirúrgica de emergencia por… apendicitis.

Así, es que hombres y mujeres del 1916 y 2013 pueden sufrir de esto… ¿pero cuáles pueden ser los factores principales?

  • Culpa: el tan temido sentimiento que incapacita a niveles inimaginables. Mi triunfo me puede hacer sentir culpable con algún ser querido, por ejemplo: me siento culpable de ser exitoso cuando mi hermano, no ha logrado lo que quería; me siento culpable de lograr cosas, cuando mis padres están pasando por un mal momento, me siento culpable porque mi hijo no está de acuerdo con lo que he logrado. En fin, si existe algún sentimiento consciente o inconsciente de culpabilidad por lograr cosas, innegablemente puede llevarnos al fracaso.
  • Miedo: hay deseos tan significativos para uno mismo, que el simple hecho de alcanzarlos, nos puede dejar en una posición de vacío, de falta de sentido, por lo que inconscientemente podemos preferir pasarnos la vida “intentándolo”.
  • Baja autoestima: puede existir un sentimiento de falta de valía o un autoconcepto tan devaluado, que el simple hecho de estar llegando a la meta, puede parecer hasta irreal, haciéndonos tropezar cerca de la misma.
  • Evitación: hay ciertos triunfos, de hecho la mayoría, que nos traen mayores responsabilidades con nosotros mismos y con los demás, o traen consecuencias colaterales que tal vez queremos evitar. Hay que analizar qué puede llegar a moverse al momento de conseguir un triunfo, tal vez es aquello lo que estamos evitando.
  • Repetición de patrones: todos tenemos una historia, y a veces el pasado puede ser tan fuerte que, si por alguna razón, nuestros padres fallaron en algo (o ya muy evidente) en lo mismo, tal vez el destino (o mejor dicho el inconsciente) nos lleve a seguir el paso de nuestros padres.

En fin, puede haber más factores, pero podríamos decir que estos son los principales monstruos que aparecen a la hora del éxito; a veces, de manera tan silenciosa, que no los alcanzamos a percibir.

¿Qué puede ser lo suficientemente fuerte para que nos baje del podio? TODO llevado a extremos: síntomas físicos de todas las índoles, depresiones galopantes, situaciones aparentemente accidentales.

Si esto te está pasando o  por alguna razón, sentiste algún cosquilleo o sudor  al leerlo… date el tiempo de analizar tu posible triunfo antes de que sea un fracaso.

Lic. Florencia Bevilacqua

lic_florencia@psicologosmonterrey.com.mx

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