La vida se juega en los vínculos 

La vida se juega en los vínculos 

Cecilia Moise asegura que el individuo se construye a partir de sus relaciones con otros, y señala que es en los vínculos es donde se juega la vida. 

 En la actualidad, la cercanía con los demás es cada vez más compleja, simplemente porque se abre la posibilidad de estar lejos y/o separados; esto nos obliga a que si queremos seguir disfrutando de un sentido de pertenencia, que resultará en una construcción del uno-mismo más profunda, requerimos entender cómo hacerlo a la manera posmoderna.   

Podemos añorar los barrios donde los vecinos eran para toda la vida; inclusive podemos sentir nostalgia por lo que nunca vivimos, como comunidades donde cada uno tomaba un oficio y así funcionaba un sistema, pero todo indica que no podremos volver a esa forma, porque el mundo no se va a detener.  

 En parte, es positivo que la tendencia sea evolutiva y no involutiva, el “back to the basics no es la única forma que tenemos para disfrutar de aquello que se lo adjudicamos a otros tiempos.  

 Esa evolución empuja, en el mejor de los casos, a la construcción; a lograr una abstracción y construir nuevas formas de vínculos, de relaciones, sin asustarnos de aquello que no se asemeja a lo que conocemos.  

Si nos preguntamos qué es un vínculo, desde mi perspectiva psicoanalítica, es aquel lugar en donde podemos sentirnos seguros de estar y ser a pesar de nuestras fallas; bajo esa perspectiva, claro que podemos vincularnos de formas profundas, “burlando” aquello que en superficie pareciera generar distancia: posibilidades migratorias, aviones, urbanizaciones frías.  

De esta manera, si en los vínculos es donde se juega la vida, y una vida plena se alimenta del estado de bienestar que genera el poder ser y hacer sintiéndose seguro, sólo se trata de detenernos a pensar, ¿cómo nos estamos vinculando? ¿lo estamos haciendo? o ¿a qué estoy jugando si me mantengo en la engañosa tranquilidad que genera lo superficial? 

Los vínculos con las personas indicadas, no necesariamente se rompen cuando se deja de compartir un mismo techo, o un mismo espacio; los cambios de trabajo, de vivienda, de país, están a la orden del día pero son nimiedades para aquellos que se toman en serio los beneficios de los vínculos profundos. 

  

Florencia Bevilacqua 

florenciabevilacqua@psicologosmonterrey.com.mx

 

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