Captura de pantalla 2015-08-19 a la(s) 23.58.53

Excesos navideños

Empiezan los excesos navideños; a cocinarse la comida navideña, el pavo, los tamales, el bacalao, los frijoles charros, carnes asadas, el brindis o el exceso que acostumbremos. También empieza la angustia por encontrar el regalo adecuado para esa persona especial; las fiestas previas, posadas, los rituales. Todo nos envuelve en una prisa que nos dice que no hay tiempo para detenerse ni tiempo que perder.

Nos absorbe la necesidad de consumo y la ecuación navidad=regalos, se encuentra presente en todos lados y en la mayoría de los discursos de la gente en general, no dejándonos espacio para meditar acerca del significado de eso; hay que dar para recibir, y lo material se vuelve tan tangible que dice más que mil palabras. Parece que el afecto se mide en el tamaño del objeto o en el costo de éste.

Simbólicamente son fechas que inspiran a cerrar ciclos, fin de proyectos o plazos propuestos. Así, nos absorbe la necesidad de terminar el año con lo que se debe hacer y, en algunos casos, ese es uno de los primeros significados inconscientes de los regalos: tratar de resarcir algo, mejorar una relación o simplemente calmar la culpa de lo que en el año no hice y/o dejé de hacer hacia esas personas.

Además, el fin de año, signficará un nuevo comienzo, y normalmente todo inicio genera angustia, miedo, ansiedad por el porvenir y no hay mejor manera para evitar esos sentimientos que arrojarnos a los excesos que las fechas nos brindan.

Dar paso a los duelos, replantearse escenas, hacer conciencia de los logros y fracasos obtenidos en el año que termina, analizar cuál es el significado de esos regalos que quiero dar, para no sólo darlos sino poner en palabras el objetivo de los mismos; son detalles que nos pueden dar lugar a un mejor comienzo y a resultados distintos para el año que comienza.

Lic. Brenda Martínez / lic_brenda@psicologosmonterrey.com.mx

Psipre

Psipre

Entradas Relacionadas