Cuidando al cuidador – El paciente oculto.
Cuando pensamos en la palabra “cuidador”, nos viene a la mente una persona que cuida de alguien más, regularmente de una persona enferma. Sin embargo, es poco frecuente pensar que la persona que se hace cargo, la que cuida, también necesite estar sana para poder cuidar.
Cuando un cuidador no se está cuidando a sí mismo, puede caer en ser lo que llamaríamos “el paciente oculto”. El paciente oculto, porque no es al que volteamos a ver a la primera, no es por quién preguntamos respecto de cómo se encuentra y cómo está viviendo la experiencia de ser cuidador de otra persona y, muchas veces, ni el propio cuidador se da la oportunidad de observar lo mencionado.
Regresemos a definir que representa ser un cuidador: Barrera Ortiz en su libro Cuidando a los cuidadores (2010), nos dice que ser cuidador representa vivir de modo diferente, modificar las funciones acostumbradas, tomar decisiones, asumiendo responsabilidades, realizando tareas y acciones de cuidado físico, social, psicológico y espiritual para atender las necesidades cambiantes del enfermo. Y que esto genera sentimientos que en oportunidades, permiten cercanía y estabilidad, pero en otras pueden resultar agobiantes y causan diferentes respuestas en el cuidador, para enfrentar o evadir la situación, frente a sí mismo y su contexto.
Es así que tomando en cuenta lo anterior, como psicóloga me hace pensar justo en cómo cambia la vida de esa persona que, poco a poco o en ocasiones de la noche a la mañana, se convierte en cuidador.
Ser cuidador como lo vamos viendo, tiene un impacto en todas las áreas de la persona: físicas, psicológicas y sociales. Y es por este motivo que la persona o personas que funge(n) como cuidador(es) han de tomar muy en cuenta el cómo se van a hacer cargo también de sí mismos.
Hacerse responsable de la salud de uno mismo en cualquier situación, pero orientándonos a este tema, cuando somos cuidadores, implica darnos oportunidad de reflexionar, planificar y actuar en pro de cómo será la mejor manera de vivirlo.
Y para vivirlo, el cuidador habrá de buscar apoyo con las redes sociales que tiene o que habrá de buscar a su alrededor. Para esto tomamos en cuenta lo que Delicado (2011) citando a Novel describe respecto a las redes sociales, las cuales se pueden dividir en naturales y organizadas. Siendo las naturales: la familia, los compañeros de trabajo, de estudio, culto o creencias, los amigos y los vecinos. Y las redes de apoyo organizadas son las formadas por: el voluntariado institucional, los grupos de autoayuda, las asociaciones de afectados y/o familiares y la ayuda profesional.
El buscar apoyo tanto en las redes sociales naturales como en las organizadas, le dará al cuidador la oportunidad de ir informándose a cerca de lo que la enfermedad de la persona que cuida conlleva y cómo como cuidador, está él mismo implicado .
Así también será de gran relevancia el que el cuidador pueda buscar para sí mismo espacios (mentales) para la reflexión sobre su experiencia y la manera en que lo está viviendo. El asistir a psicoterapia podría beneficiarle mucho, porque sería justamente en ese espacio, acompañado por un profesional de la salud, donde haría más conciencia sobre el proceso y el impacto que le conlleva el ser cuidador.
Por lo tanto, a manera de reflexión, si eres un cuidador, el buscar ayuda externa tanto en las redes sociales naturales como en las organizadas es una necesidad básica para no convertirte en el “paciente oculto”, aquel que por no cuidar de sí mismo se convierte en paciente también.
Y como parte de esta reflexión, te comparto una lista de estrategias para los cuidadores que nos propone el psicólogo de la UNAM Uriel Gonzáles Castro (2012), que bien te puede ayudar a cuestionarte sobre qué ya estás haciendo o qué puedes ir implementando y hacer:
- Pedir explicación sobre lo que se desconoce o no se comprende.
- Determinar la capacidad real de independencia de la persona cuidada.
- Solicitar ayuda a otros familiares para evitar sobrecarga.
- Valorar cuidadosamente los recursos y las necesidades para el cuidado en casa.
- Obtener información sobre grupos de apoyo de personas en situaciones similares.
- Descansar en vacaciones o tiempo libre intermitente.
- Vincularse a redes de apoyo existentes.
- Encontrar sentido en la responsabilidad que se tiene.
- Realizar actividades con ellos que a ti también te gustan o te motivan.
- Tomar decisiones de manera sistemática.
- Aprender a aceptar a la persona como es ahora y no como era en el pasado.
- Realizar un balance entre la protección y la autonomía del ser querido.
- Reconocer las propias necesidades como algo fundamental para cuidar a los otros.
- Aprender a compartir y afrontar la frustración.
- Discutir el resurgimiento de sentimientos de pérdida (duelos).
- Compartir el conocimiento sobre el manejo de la familia y la comunidad.
- Desarrollar redes de cuidado con el grupo familiar y social cercano.
- Manejar los sentimientos de culpa, inutilidad y desesperanza.
- Identificar formas realistas de apoyar en el cuidado.
- Mantener prepara siempre una red de emergencia para atender situaciones imprevistas.
Si te estás preguntando a ti mismo qué tanto estás o no llevando a cabo estas estrategias te invito a reflexionar sobre esto, y de ser necesario, acercarte con un psicólogo(a), ya que el darte un espacio mental para cuidarte a ti mismo te puede prevenir de convertirte en el paciente oculto.
Lic. Nancy Rodríguez García.
Psicóloga clínica.
Psipre Psicología Preventiva y Psicoterapia – Sede Monterrey Obispado.
Coordinadora del Departamento de Adultos.
nancyrodriguez@psicologosmonterrey.com.mx
Referencias tomadas de:
- Barrera Ortiz, L. [et ál]. (2010). Cuidando a los cuidadores: familiares de personas con enfermedad crónica. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Enfermería. Recuperado en: http://www.uneditorial.net/uflip/Cuidando_a_los_cuidadores/pubData/source/UNAL_Cuidando_a_los_cuidadores.pdf
- González Castro, U [et ál]. (2012). Algunos aspectos del proceso que viven los cuidadores primarios de un enfermo crónico-degenerativo. México: UNAM Revista Electrónica de Psicología Iztacala. Recuperado en: http://www.revistas.unam.mx/index.php/repi/article/view/32371
- Delicado Useros [et ál] (2011). Redes sociales y recursos de apoyo a cuidadores familiares y personas dependientes: comparación 2001-2009Portularia. Recuperado en: http://www.revistas.unam.mx/index.php/repi/article/view/32371/29767
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![Pinocho de Guillermo del Toro: Des-obediencia e Im-perfección Foto de Netflix - © 2022 Netflix, Inc. Imagen recuperada del portal de IMDB. La desobediencia, obediencia, perfección e imperfección giran alrededor de esta historia contada por Guillermo del Toro, una versión del clásico cuento infantil de la marioneta con vida creada por Geppetto, un zapatero que vive en un pueblo italiano en medio de la guerra fascista. Esta marioneta llamada Pinocho cobra vida con las palabras de un guardián mágico, que aparece como El Genio de Aladdin para concederle un deseo a Geppeto; la compañía y el amor de un hijo. Geppeto ha perdido a su nieto, Carlo, en un trágico accidente en medio de un bombardeo. En el fondo quiere que Pinocho sea como Carlo, un niño cariñoso, curioso y obediente, perfecto; así como él era un padre igual de perfecto en el pasado, que cantaba por las noches, jugaba y era querido por su comunidad. Esto cambia cuando Carlo muere, Geppeto deja de trabajar, comienza a beber y alejarse de los otros, ahora pasa a ser otro borracho del pueblo, abatido por el dolor de la pérdida, señalado como un loco perverso (exageradamente) por haber creado a Pinocho. Pinocho es un ser curioso que vorazmente quiere entender el mundo, se tropieza y camina alegre, cantando, jugando y divirtiéndose. De su nariz crecen ramas que se hacen más grandes cada vez que dice una mentira, los demás le ordenan que obedezca aunque apenas está aprendiendo qué es obedecer y qué es una mentira. ¿Por qué desear que Pinocho nazca obedeciendo? Para que así sea perfecto, porque los niños obedecen a los adultos, y éstos a su vez obedecen con mayor naturalidad, a lo que yo agregaría: porque están más inmersos en la cultura, lo que los detiene de hacer cosas que no están bien vistas por los demás. En mi consulta, y seguramente en la de muchos colegas que reciben pacientes infantiles, he escuchado a padres que no logran que sus hijos los obedezcan, hacen más caso a otras personas que los rodean, o solo a uno de ellos. Ante el desplegamiento de estos escenarios pregunto por qué piensan que esto es así, a lo que responden que quizás sea porque no pasan mucho tiempo con ellos por su trabajo, que el otro los consiente en todo y respetan más al que cumple todos sus deseos; todas estas respuestas responden fácilmente a esta pregunta, aunque hay algo más, aquello que corresponde al deseo de ser padres y la autoridad que éstos se dan a sí mismos para ejercer las funciones de la paternidad. Algunos con timidez confiesan que temen frustrarlos para evitar ser juzgados por otros padres, que les cuesta poner límites porque quieren ver a sus hijos cien por cierto felices. Sin embargo no hay que perder de vista que como cuidadores su responsabilidad es tomar decisiones por ellos, recordando que no se van a traumatizar porque no consiguen lo que quieren, ellos necesitan aprender a tolerar la frustración porque afuera no habrá alguien que los complazca completamente. Joseph Knobel Freud en su Libro: Los retos de ser padres, nos recuerda que los límites evitan que los niños terminen perdidos en el país del nunca jamás, como Peter Pan, sin nadie que los mire y sostenga. Por otro lado, un peculiar escritor intelectual busca escribir en papel sus memorias de vida, y termina narrando la vida de Pinocho. Somos testigos de sus tropiezos, sus intentos fallidos de que otros lo escuchen, de ser como un guía espiritual para los demás, con la intención de que tomen buenas decisiones; está ahí para recalcar la desobediencia, pero no solo eso. Este famoso personaje del que hablo es, como seguro ya adivinaron, el sabio Sebastian Cricket, o conocido por muchos como Pepe Grillo. En un video para Netflix destaca un aspecto muy valioso de la madera con la que es diseñada Pinocho. Es una madera que no es perfecta, y la vida tampoco lo es; uno puede meter un poco la pata, o varias patas, pero damos lo mejor de nosotros mismos y eso es lo mejor que podemos hacer. Esta marioneta con vidas de gato, Pinocho, se pregunta cosas muy interesantes, entre ellas: ¿por qué la guerra? La guerra es dolor, separación, rutina, muerte. Las escenas de los niños ejercitándose para la guerra, o más bien esclavisándose, en la época fascista, rodeados de bombas que acabaran con sus vidas; fueron impresionantes para mí, y me hacen pensar en las palabras dichas por Guillermo del Toro en una entrevista: “La animación puede contar cualquier historia, lo raro, lo siniestro, lo terrible”. En momentos la furia y el enojo se muestran como algo casi malévolo, Geppeto en una escena corta la madera enfurecido y Volpe, el vicioso malvado que maltrata a Pinocho y Spazzatura, quiere quemarlo vivo. Recordando que esta historia sucede en la época fascista, se nos muestra una competencia entre dos equipos rivales con Pinocho y Candlewick (hijo del Podestà, que cuida el bienestar moral del pueblo) como líderes, quienes se esfuerzan por ser amados por sus padres. El “juego” termina con un abrazo tierno entre dos amigos que declaran un empate, no quieren hacerse daño, a la que podríamos darle la lectura de la renuncia de Candlewick a los deseos de su padre (quien piensa que es un cobarde) desde la desobediencia, negándose a matar a Pinocho, diciendo: ”Toda mi vida traté de complacerte, pero nunca lo haré. Tenías razón, soy delgado, débil, frágil como la mecha de una vela [wick of a candle, como su nombre], siempre con miedo. Pero con todo el miedo que tengo, ahora voy a decirte que no. No me da miedo decirte que no”. El mensaje está ahí: No hay uno mejor que el otro, para los dos hay lugar, ambos pueden ganar. Los sentimientos entre los hombres ejercen un efecto contrario a la guerra; la amistad y la unión son el enemigo de la destrucción total, en palabras del padre del Psicoanálisis (Sigmund Freud). Al final de la película Pinocho salva a Geppetto, el grillo y Spazzatura de morir ahogados, perdiendo un brazo y su propia vida, aunque el noble grillo (como lo llama la guardiana) pide como deseo que vuelva. Geppetto confiesa mientras sostiene en brazos a Pinocho que trataba de convertirlo en alguien que no es, le pide que no sea Carlo, que sea justo como es él, que así lo ama; a lo que él responde: “Entonces seré Pinocho”. No tenemos que cambiar para ser amados, algunos nos amarán y aceptarán tal como somos, imperfectos. La gran salvación que tenemos es abrazar nuestras imperfecciones, esa es la tierna lectura que le da Guillermo del Toro. La rigidez y la perfección llevan a un solo destino: la destrucción, el fascismo. Las salvaciones van más allá del sacrificio amoroso. Pinocho salva al Grillo (de sus vanidades), a Geppeto (de su duelo) y Spazzatura (de su amo), pero no haciéndolo él, si no permitiendo con su ejemplo que ellos mismos se liberen. Esto es un verdadero héroe en una historia, en palabras de Héctor Mendoza Cuevas, cinéfilo mexicano. Por último, responderé a la tan repetitiva pregunta de si esta es o no es una película para niños con palabras del propio Guillermo: "No es una película para niños, pero los niños la pueden ver siempre y cuando tengan padres que hablen con ellos". Referencias bibliográficas: Freud, Sigmund, Obras Completas, Ed. Amorrortu, Argentina, 1991, 24 T. ¿Por qué la Guerra?, (1933 [1932]), T. XXII. Psipre. (14 de diciembre de 2022). Pinocho: Padres e hijos imperfectos. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=3EOUTh6KKX8&t=2874s Sopitas. (8 de diciembre de 2022). Entrevista con Guillermo del Toro l Su versión sobre Pinocchio, una de las mejores películas del año. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=tK34eayf04w Fuera de foco. (8 de diciembre de 2022). GUILLERMO DEL TORO: ¿Qué se puede hacer por la ANIMACIÓN en MÉXICO I ENTREVISTA /. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=I_2Ff57Ikc4 Knobel Freud, J. (2019). El reto de ser padres. Paidós.](https://psicologosmonterrey.com.mx/wp-content/uploads/2024/10/IMG-20241009-WA0011.jpg)






