Comunicación íntima
La sexualidad es, sin duda, un aspecto muy importe en la vida de un matrimonio pues genera muchos dinamismos que colaboran con el desarrollo y fortalecimiento de la pareja. Lograr por tanto un buen nivel de diálogo corporal es importante, y para poder lograrlo se debe comenzar por tener una buena comunicación y expresión de lo que sentimos, pensamos y queremos con nuestra pareja y nuestro entorno.
El nivel de comunicación que tengamos con nuestra pareja se verá reflejado en todos los aspectos de nuestra vida, incluyendo la sexualidad; si difícilmente podemos compartir a profundidad lo que sentimos respecto a alguna situación del convivir diario, durante los encuentro íntimos la comunicación será deficiente y esto llevará a una insatisfacción de ambos que probablemente tampoco se exprese.
¿Qué es la comunicación íntima? Para poder comunicarnos de manera efectiva con nuestra pareja, tenemos que empezar por comunicarnos con nosotros mismos, aprender de nosotros, qué nos gusta, qué no nos gusta, qué quiero hacer y cuándo etc. Poder establecer este vínculo con nosotros, nos dará la habilidad de poder escuchar y entender a nuestra pareja, esto a su vez será una herramienta importante para la solución de los conflictos que se presenten.
¿Cómo comienzo? Hacer un espacio en nuestra vida para nosotros mismos, reconocernos así como escucharnos.
¿Cómo tener una comunicación íntima con nuestra pareja?
- Escuchar, más allá de oírlo, escuchar con empatía y tratar de entender lo que siente.
- Hablar de lo que sentimos, buscar ese momento de conexión con nuestra pareja para que la escucha sea recíproca.
- Reconocer errores, si se dan conflictos en la pareja es importante ver la responsabilidad de ambos, para después de esto buscar una solución en común.
- Darnos ese espacio para hablar de lo que no nos gusta del otro, no exigirle que cambie sino entenderse juntos para buscar lo más sano para la relación.
Si en el camino nos damos cuenta que hay cosas que no nos permiten disfrutar de nuestras vivencias con nuestra pareja o inclusive con nosotros mismos, lo mejor es hacer un alto y buscar un espacio terapéutico donde se pueda entender qué es lo que está obstaculizando nuestro bienestar.