La típica frase, “eres genial nunca cambies” suele tener la intención de expresar que la otra persona tiene cosas que te encantan y le pides que esas cosas que te encantan no las modifique nunca jamás en sus vida. Es curioso, parece una frase que lleva buenas intenciones pero puede carecer de sentido por varias razones.
El ser humano está en constante cambio: dejamos de ser bebés para convertirnos en niños, dejamos de ser niños para convertirnos en adolescentes, dejamos de ser adolescentes para convertirnos en adultos, dejamos de ser hijos para ser padres y después abuelos etc.
Durante el largo camino de la vida vamos cambiando, estamos destinados a crecer, y crecer es estar en movimiento, estar modificándonos, crecer es cambiar. ¿Qué implica cambiar? Cambiar nos hace estar constantemente en readaptación; cambiar implica modificarnos, cambiar nos hace tener que dejar de ser algo que ya no tendríamos que ser. Entonces, cuando empezamos a ser distintos, hay algo de uno mismo que se pierde, se agota, desaparece o se queda atrás.
Perdemos esa forma redonda y esponjosa de bebés cuando nos convertimos en niños largos y escurridos. Los cambios de la pubertad, nos caen como un cubo de agua, puesto que son cambios drásticos y llamativos, el cuerpo se adelanta y hace cambios drásticos produciendo crisis. Tenemos que asimilar, entender y gestionar estas variantes en muy poco tiempo: la voz, el pecho, el vello de la cara y del cuerpo, el olor corporal, el periodo menstrual etc.
Dejamos atrás aquel cuerpo ágil y vigoroso de nuestra juventud, que al llegar la madurez le cuesta más tiempo recuperarse después de un desvelo; la piel pierde tono, aquella cantidad exagerada de cabello se hace cada vez más débil y escaso o en otros casos las melenas se vuelven plateadas.
Cuando cambiamos vamos viviendo duelos, puesto que dejamos de ser lo que antes éramos. Físicamente es evidente y eso hace que psicológicamente también tengamos que llevar hacia adelante modificaciones internas en nuestros pensamientos, sentimientos y fantasías , de hecho considero que es sano asumir el cambiar, puesto que aferrarnos a una etapa y no responder con adaptación se nos puede volver patológico.
Cambiar es sano, puesto que tenemos que responder a lo que la naturaleza nos va solicitando. ¿Hay cosas que no cambian nunca jamás en uno mismo? Esta pregunta es más compleja, los que no cambian, son los aspectos internos, justamente aquellos que repetimos y que se dan de forma inconsciente.
Por lo general se trata de nuestro talón de Aquiles, de nuestros puntos débiles, nuestros miedos y fantasmas incómodos. Están presentes a lo largo de nuestras vidas, a veces usan disfraces distintos, pero cuando los analizas con cuidado te das cuenta, por ejemplo, que tu forma de experimentar miedo suele ser igual o muy parecida a cuando tenías 4 años. Tu forma de sentir amor con tu pareja, tiende a ser de posesiva, o todo lo contrario, descastada y fría, y resulta que cuando tenías 10 años tu forma de experimentar amor hacia tu padre o madre era muy parecida. Aquello que te hace sentir sumamente enfadado tiene que ver con actos de injusticia, o cuando te mienten de forma descarada, eso también te enfada y esto te ocurre desde que tenías 4 años.
Sueles mantener la calma y evitar el conflicto desde que eras pequeño puesto que en tu infancia aprendiste que era mejor reprimir tus sentimientos porque de no hacerlo tu sistema familiar se convertía en toda una locura, gritos, peleas y discusión.
Esas cosas no cambian nunca son parte de tus cimientos de tu estructura de personalidad. Sí, hay una base o más bien una estructura que mantiene su forma y funcionamiento igual que siempre y por regla general esta estructura suele ser la raíz de las cosas que nos hacen vulnerables.
Solemos aún y con 40 años no ser del todo conscientes de qué es aquello que realmente no cambiamos nunca jamás.
Entonces cada vez que concluyas una carta de cumpleaños, o aquella postal o tarjeta navideña con la frase “¡nunca cambies!” recuerda que lo que estas pidiendo a esa persona es que se quede estancada, que no tenga capacidad de adaptarse a las exigencias de la propia vida. Mejor desear lo contrario: Cambia, cambia mucho, todo lo que haga falta para que seas feliz
Cambiar es crecer y cuanto más sepas cambiar, más feliz, más adaptado vivirás y aquello que esta fijo e inamovible quizás cambie solo de aspecto, pero si en tus cambios eres capaz de localizar tus propias repeticiones tendrás una vida menos incierta, mucho más clara y buscarás la forma de volver a funcionar junto con tu más profunda esencia.
Psicóloga Consultora Psicoanalítica
Mayra Palacios
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Alonso Cano 8 2°b
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C.P. 11010
Tel. 00 (34) 670640589 
 
								![Pinocho de Guillermo del Toro: Des-obediencia e Im-perfección Foto de Netflix - © 2022 Netflix, Inc. Imagen recuperada del portal de IMDB. La desobediencia, obediencia, perfección e imperfección giran alrededor de esta historia contada por Guillermo del Toro, una versión del clásico cuento infantil de la marioneta con vida creada por Geppetto, un zapatero que vive en un pueblo italiano en medio de la guerra fascista. Esta marioneta llamada Pinocho cobra vida con las palabras de un guardián mágico, que aparece como El Genio de Aladdin para concederle un deseo a Geppeto; la compañía y el amor de un hijo. Geppeto ha perdido a su nieto, Carlo, en un trágico accidente en medio de un bombardeo. En el fondo quiere que Pinocho sea como Carlo, un niño cariñoso, curioso y obediente, perfecto; así como él era un padre igual de perfecto en el pasado, que cantaba por las noches, jugaba y era querido por su comunidad. Esto cambia cuando Carlo muere, Geppeto deja de trabajar, comienza a beber y alejarse de los otros, ahora pasa a ser otro borracho del pueblo, abatido por el dolor de la pérdida, señalado como un loco perverso (exageradamente) por haber creado a Pinocho. Pinocho es un ser curioso que vorazmente quiere entender el mundo, se tropieza y camina alegre, cantando, jugando y divirtiéndose. De su nariz crecen ramas que se hacen más grandes cada vez que dice una mentira, los demás le ordenan que obedezca aunque apenas está aprendiendo qué es obedecer y qué es una mentira. ¿Por qué desear que Pinocho nazca obedeciendo? Para que así sea perfecto, porque los niños obedecen a los adultos, y éstos a su vez obedecen con mayor naturalidad, a lo que yo agregaría: porque están más inmersos en la cultura, lo que los detiene de hacer cosas que no están bien vistas por los demás. En mi consulta, y seguramente en la de muchos colegas que reciben pacientes infantiles, he escuchado a padres que no logran que sus hijos los obedezcan, hacen más caso a otras personas que los rodean, o solo a uno de ellos. Ante el desplegamiento de estos escenarios pregunto por qué piensan que esto es así, a lo que responden que quizás sea porque no pasan mucho tiempo con ellos por su trabajo, que el otro los consiente en todo y respetan más al que cumple todos sus deseos; todas estas respuestas responden fácilmente a esta pregunta, aunque hay algo más, aquello que corresponde al deseo de ser padres y la autoridad que éstos se dan a sí mismos para ejercer las funciones de la paternidad. Algunos con timidez confiesan que temen frustrarlos para evitar ser juzgados por otros padres, que les cuesta poner límites porque quieren ver a sus hijos cien por cierto felices. Sin embargo no hay que perder de vista que como cuidadores su responsabilidad es tomar decisiones por ellos, recordando que no se van a traumatizar porque no consiguen lo que quieren, ellos necesitan aprender a tolerar la frustración porque afuera no habrá alguien que los complazca completamente. Joseph Knobel Freud en su Libro: Los retos de ser padres, nos recuerda que los límites evitan que los niños terminen perdidos en el país del nunca jamás, como Peter Pan, sin nadie que los mire y sostenga. Por otro lado, un peculiar escritor intelectual busca escribir en papel sus memorias de vida, y termina narrando la vida de Pinocho. Somos testigos de sus tropiezos, sus intentos fallidos de que otros lo escuchen, de ser como un guía espiritual para los demás, con la intención de que tomen buenas decisiones; está ahí para recalcar la desobediencia, pero no solo eso. Este famoso personaje del que hablo es, como seguro ya adivinaron, el sabio Sebastian Cricket, o conocido por muchos como Pepe Grillo. En un video para Netflix destaca un aspecto muy valioso de la madera con la que es diseñada Pinocho. Es una madera que no es perfecta, y la vida tampoco lo es; uno puede meter un poco la pata, o varias patas, pero damos lo mejor de nosotros mismos y eso es lo mejor que podemos hacer. Esta marioneta con vidas de gato, Pinocho, se pregunta cosas muy interesantes, entre ellas: ¿por qué la guerra? La guerra es dolor, separación, rutina, muerte. Las escenas de los niños ejercitándose para la guerra, o más bien esclavisándose, en la época fascista, rodeados de bombas que acabaran con sus vidas; fueron impresionantes para mí, y me hacen pensar en las palabras dichas por Guillermo del Toro en una entrevista: “La animación puede contar cualquier historia, lo raro, lo siniestro, lo terrible”. En momentos la furia y el enojo se muestran como algo casi malévolo, Geppeto en una escena corta la madera enfurecido y Volpe, el vicioso malvado que maltrata a Pinocho y Spazzatura, quiere quemarlo vivo. Recordando que esta historia sucede en la época fascista, se nos muestra una competencia entre dos equipos rivales con Pinocho y Candlewick (hijo del Podestà, que cuida el bienestar moral del pueblo) como líderes, quienes se esfuerzan por ser amados por sus padres. El “juego” termina con un abrazo tierno entre dos amigos que declaran un empate, no quieren hacerse daño, a la que podríamos darle la lectura de la renuncia de Candlewick a los deseos de su padre (quien piensa que es un cobarde) desde la desobediencia, negándose a matar a Pinocho, diciendo: ”Toda mi vida traté de complacerte, pero nunca lo haré. Tenías razón, soy delgado, débil, frágil como la mecha de una vela [wick of a candle, como su nombre], siempre con miedo. Pero con todo el miedo que tengo, ahora voy a decirte que no. No me da miedo decirte que no”. El mensaje está ahí: No hay uno mejor que el otro, para los dos hay lugar, ambos pueden ganar. Los sentimientos entre los hombres ejercen un efecto contrario a la guerra; la amistad y la unión son el enemigo de la destrucción total, en palabras del padre del Psicoanálisis (Sigmund Freud). Al final de la película Pinocho salva a Geppetto, el grillo y Spazzatura de morir ahogados, perdiendo un brazo y su propia vida, aunque el noble grillo (como lo llama la guardiana) pide como deseo que vuelva. Geppetto confiesa mientras sostiene en brazos a Pinocho que trataba de convertirlo en alguien que no es, le pide que no sea Carlo, que sea justo como es él, que así lo ama; a lo que él responde: “Entonces seré Pinocho”. No tenemos que cambiar para ser amados, algunos nos amarán y aceptarán tal como somos, imperfectos. La gran salvación que tenemos es abrazar nuestras imperfecciones, esa es la tierna lectura que le da Guillermo del Toro. La rigidez y la perfección llevan a un solo destino: la destrucción, el fascismo. Las salvaciones van más allá del sacrificio amoroso. Pinocho salva al Grillo (de sus vanidades), a Geppeto (de su duelo) y Spazzatura (de su amo), pero no haciéndolo él, si no permitiendo con su ejemplo que ellos mismos se liberen. Esto es un verdadero héroe en una historia, en palabras de Héctor Mendoza Cuevas, cinéfilo mexicano. Por último, responderé a la tan repetitiva pregunta de si esta es o no es una película para niños con palabras del propio Guillermo: "No es una película para niños, pero los niños la pueden ver siempre y cuando tengan padres que hablen con ellos". Referencias bibliográficas: Freud, Sigmund, Obras Completas, Ed. Amorrortu, Argentina, 1991, 24 T. ¿Por qué la Guerra?, (1933 [1932]), T. XXII. Psipre. (14 de diciembre de 2022). Pinocho: Padres e hijos imperfectos. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=3EOUTh6KKX8&t=2874s Sopitas. (8 de diciembre de 2022). Entrevista con Guillermo del Toro l Su versión sobre Pinocchio, una de las mejores películas del año. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=tK34eayf04w Fuera de foco. (8 de diciembre de 2022). GUILLERMO DEL TORO: ¿Qué se puede hacer por la ANIMACIÓN en MÉXICO I ENTREVISTA /. [Video]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=I_2Ff57Ikc4 Knobel Freud, J. (2019). El reto de ser padres. Paidós.](https://psicologosmonterrey.com.mx/wp-content/uploads/2024/10/IMG-20241009-WA0011.jpg)






